El fútbol español vuelve a estar envuelto en una discusión arbitral que genera debate y desconfianza. En el último partido del Barça, disputado frente al Levante en el Ciutat de València, una acción en el área azulgrana acabó en penalti. Lo señaló por Hernández Hernández tras revisar el VAR. La decisión desató la indignación de la afición culé y de buena parte de la opinión pública, con analistas y excolegiados cuestionando la coherencia en la aplicación de las normas.
El incidente no es un hecho aislado. El club catalán ya había sufrido decisiones polémicas en la pasada temporada, y el recuerdo de jugadas similares, como la mano de Tchouaméni en un Clásico, avivó la sensación de agravio. El contraste entre criterios arbitrales vuelve a ser el centro de la discusión en una Liga que ya ha arrancado con varias polémicas en solo dos jornadas disputadas.
La jugada de la discordia con Balde como protagonista
La acción polémica llegó en la prolongación de la primera parte, cuando el Levante ya ganaba por 1-0. Un disparo de José Luis Morales impactó en el brazo de Alejandro Balde, que estaba próximo al cuerpo y en posición de recogida. Pese a que la normativa actual señala que solo se debe sancionar la mano si está claramente despegada, Hernández Hernández pitó penalti tras la revisión del VAR instado por Figueroa Vázquez.

Morales transformó la pena máxima y puso el 2-0 en el marcador justo antes del descanso. Para los analistas arbitrales, entre ellos César Barrenechea Montero, se trató de una decisión "muy rigurosa", ya que el lateral del Barça no amplió el volumen corporal de forma intencionada. Archivo VAR, una de las cuentas más influyentes en la revisión de decisiones arbitrales, fue contundente: “No es penalti”.
Las reacciones en redes sociales y la ironía de Xavi Valls
La decisión arbitral no tardó en viralizarse. El periodista Xavier Valls expresó en tono irónico en redes sociales que "al final habrá que cortarse los brazos para poder jugar a fútbol". Su comentario, acompañado de un emoticono de desesperación, fue compartido cientos de veces y refleja el sentir de muchos seguidores.
Archivo VAR, por su parte, publicó imágenes de la jugada en las que se aprecia cómo Balde tiene el brazo pegado al cuerpo. Además, criticó la falta de coherencia con lo estipulado en la nueva Circular 3 del CTA, que establece como criterio no sancionable los contactos cuando el brazo está en posición natural. El propio Hernández Hernández, al que se le suspendió tras el partido, fue señalado como responsable de ignorar esas directrices.
Comparación con antecedentes y consecuencias en el futuro inmediato
El contraste con jugadas similares aumenta la polémica. En mayo, en el Clásico entre Barça y Real Madrid, Hernández Hernández no sancionó una mano de Tchouaméni en una acción mucho más clara. Aquella vez, el VAR le llamó a revisar, pero el colegiado no corrigió su decisión inicial. Tres meses después, aplicó un criterio diferente con Balde, lo que genera dudas sobre la uniformidad de las decisiones en LaLiga.
Más allá del resultado final —el Barça logró remontar en la segunda parte para llevarse la victoria—, la controversia arbitral se ha convertido en protagonista del partido; sorpresa. Para Hansi Flick y los jugadores culés, la sensación de inseguridad en torno al VAR es un problema añadido en un inicio de temporada que ya acumula suficiente presión deportiva.
La Federación deberá afrontar este nuevo capítulo de dudas sobre la interpretación de las manos. La presión mediática y social podría forzar aclaraciones o incluso ajustes en la aplicación del reglamento. Lo cierto es que, mientras no exista coherencia, episodios como el vivido en el Ciutat de València seguirán alimentando la polémica jornada tras jornada.