Vinícius Júnior atraviesa su momento más delicado desde que aterrizó en el Real Madrid. Lo que durante años fue una relación idílica entre el brasileño, el club y la afición, hoy está cargada de tensión. El delantero ha pasado de ser el nuevo estandarte del madridismo a convertirse en una fuente de problemas en distintos frentes.
Desde el club aseguran que su discurso público ya no se corresponde con los hechos. Vinícius repite que quiere quedarse “toda la vida” en el Real Madrid, pero sus exigencias de renovación apuntan en otra dirección. En la mesa de negociación, su agente ha solicitado un salario superior al de Kylian Mbappé.
Una renovación imposible por ahora
El brasileño exige cerca de 25 millones netos por temporada, superando los 15 que percibe actualmente Mbappé, más una prima de fichaje prorrateada. El club, por su parte, se niega a superar los 20 millones bajo ningún concepto. Con posturas tan alejadas, las negociaciones están completamente rotas.
Desde el entorno del jugador se desvinculan de cualquier comparación con el delantero francés, mientras que en Chamartín insisten en que el problema radica precisamente en que Vinícius no acepta estar por debajo de Mbappé en el escalafón interno. Un pulso difícil de sostener en un club que presume de orden y jerarquía económica.
Mal momento futbolístico y crispación en la grada
Pero el asunto salarial no es el único punto crítico. A nivel deportivo, Vinícius ha ido de más a menos. Desde que perdió el Balón de Oro a manos de Rodri, su rendimiento se ha desplomado. Terminó la última temporada con solo dos goles en los últimos 17 partidos, una estadística preocupante para un jugador llamado a liderar el ataque blanco.
A esto se suma su comportamiento en los terrenos de juego, que ha provocado el rechazo de buena parte de la grada del Bernabéu. Las provocaciones constantes, su actitud individualista y su tendencia a anteponer su protagonismo al juego colectivo han hecho mella en su imagen
El cambio en el banquillo complica aún más su situación
La llegada de Xabi Alonso al banquillo no ha ayudado. El nuevo técnico prioriza la figura de Mbappé, y ya ha demostrado que no tiene reparos en dejar a Vinícius en el banquillo. En el Mundial de Clubes, solo una lesión de última hora impidió que lo relegara al banquillo en un partido clave.
Xabi considera que la convivencia táctica entre el francés y el brasileño es muy complicada. La decisión del entrenador ha generado tensiones internas y ha evidenciado una realidad incómoda: Vinícius ya no es intocable. La presencia de figuras como Bellingham o Valverde refuerza la idea de que el Madrid puede seguir funcionando sin él.
Arabia Saudí, al acecho… y el madridismo lo contempla
Mientras tanto, Arabia Saudí observa atentamente la situación. El interés de los clubes saudís por Vinícius es real, y las cifras que podrían ofrecer tanto al jugador como al Real Madrid serían difíciles de rechazar. En el club blanco, cada vez suena más fuerte la posibilidad de hacer caja con él este mismo verano si la tensión continúa escalando.
El madridismo, históricamente exigente pero también agradecido, parece haberle bajado el pulgar. En redes sociales y en el estadio, crece la sensación de que su ciclo está llegando a su fin.
El problema de fondo que Xabi Alonso no puede ignorar
Y aquí llega lo más delicado: Vinícius se ha convertido en un problema para Xabi Alonso y para el futuro del Real Madrid. No solo por sus exigencias contractuales ni por su rendimiento, sino porque representa un obstáculo para consolidar el nuevo modelo de juego centrado en Mbappé.
El brasileño ya no encaja ni en el vestuario, ni en el sistema, ni en la visión de club. Y ahora, por primera vez desde que llegó a Chamartín, su salida ya no se descarta: se contempla.