El cierre de mercado dejó un giro inesperado en el Metropolitano. Una operación avanzada se desplomó cuando todo parecía definitivamente cerrado. Inglaterra marcaba el límite y el reloj ya apretaba. El club afectado cambió de rumbo sobre la bocina. En Madrid, el desenlace causó sorpresa y evidente malestar interno.
El movimiento afectaba al lateral zurdo con menos protagonismo reciente. Había acuerdo marco y voluntad del futbolista para salir. Se preparaba una mudanza inmediata a la Premier League. El escenario cambió cuando el comprador decidió variar su plan. El despacho rojiblanco recibió la negativa con incredulidad comprensible.
Un acuerdo encarrilado que se desvanece al límite
El equipo inglés había aceptado condiciones y tramitado la documentación pertinente. Incluso se había planificado el reconocimiento médico en Madrid esa tarde. Uno de los representantes viajaba ya para rubricar el contrato. En paralelo, el jugador trabajaba al margen para evitar riesgos físicos.

La versión trasladada descarta problemas de papeles o retrasos burocráticos. La decisión fue puramente deportiva dentro del club comprador. Apostaron por otra incorporación en la misma demarcación defensiva. Con el fichaje rival sellado, retiraron su propuesta sin contemplaciones. La maniobra dejó sin margen a la entidad vendedora.
El protagonista, al fin con nombre y apellidos
Se trata de Javi Galán, lateral zurdo de treinta años. Llegó al club tras destacar en Huesca y Celta. Su primera temporada fue irregular, con participación competitiva muy intermitente. En invierno salió cedido y acumuló ritmo con continuidad. Regresó convencido de poder ganarse un espacio real.

El defensor sumó cuarenta partidos oficiales durante la pasada campaña. Repartió cinco asistencias y alternó titularidades con apariciones desde banquillo. Tenía contrato vigente hasta 2026 con opción no pública. El traspaso incluía tres años en Inglaterra más otro opcional. Todo quedó roto cuando apareció un competidor por la plaza.
Por qué el Forest frenó cuando estaba todo listo
El club inglés cerró la llegada de Cuiabano desde Botafogo. También valoraba incorporar a Zinchenko en las últimas horas. La duplicidad de perfiles restó sentido a una tercera apuesta. Cambiaron prioridades y retiraron la oferta sin mayor negociación. El Atlético recibió la comunicación cuando no había alternativa posible.
La operación la supervisaba directamente la propiedad británica. El viraje estratégico fue tan rápido como definitivo. El coste deportivo del cambio lo asume ahora el futbolista. Debe resetearse anímicamente tras ver frustrado su salto. El vestuario ya ha arropado al compañero en este trance.
Qué significa para el Atlético tras el parón
El equipo mantiene un carril izquierdo con varias soluciones internas. El técnico evalúa minutos según rivales, estados de forma, y calendario. La competencia apunta a ser intensa durante los próximos meses. Habrá rotaciones entre centrales abiertos y laterales reconvertidos puntualmente.
Para el jugador, septiembre representa un nuevo punto de partida. Deberá demostrar fiabilidad táctica, precisión en centros y vigilancia defensiva. Su zancada y lectura de coberturas siguen siendo virtudes valiosas. El invierno ofrecerá, quizá, otra ventana si todo encaja.