Mientras las llamas devoran hectáreas en la sierra de Huelva y los servicios de emergencia se enfrentan a una de las semanas más intensas del verano, otro incendio —más mediático que forestal— se propaga sin control en el seno del Real Madrid. A Vinicius Junior, hasta hace poco emblema del madridismo, le está alcanzando el humo del desgaste futbolístico y del desgaste institucional.
El exguardameta Santiago Cañizares, comentarista habitual de ‘El Partidazo de COPE’, ha sido tajante: “Lo del Balón de Oro lo desconectó. Desde entonces ha bajado su rendimiento, y eso ha hecho que sea ahora mismo prescindible para los madridistas”. No es la primera vez que el exjugador lanza dardos certeros, pero esta vez el impacto ha sido brutal. Su frase ha corrido como la pólvora por las redes sociales.
La reflexión no es aislada. En las últimas semanas, el propio Xabi Alonso ha endurecido su discurso en torno a la meritocracia. “Aquí nadie tiene el puesto asegurado”, dijo durante la pretemporada. Y lo cierto es que, en los amistosos de verano, Vinicius no ha sido protagonista.

De ídolo a interrogante
Vinicius disputó 58 partidos la pasada campaña, anotando 22 goles y 19 asistencias. Un registro aceptable, pero insuficiente para quien prometía ser el heredero natural de Cristiano Ronaldo. Tras un Mundial de Clubes en el que pasó completamente desapercibido, comenzaron los rumores: tensiones con la directiva, presión por una renovación multimillonaria y ofertas tentadoras desde Arabia Saudí.
El Real Madrid ha vivido días de intensa actividad interna. Las negociaciones por la continuidad del brasileño se han enfriado. Florentino Pérez, al tanto del sentir general, ha dejado entrever que no cederá a los chantajes del entorno del jugador. “Hay que pensar en el club”, habría dicho a su círculo más cercano, según filtraciones.

En medio de todo, se ha desatado otra tormenta: la revelación de unos antiguos tuits de un ejecutivo del Comité de Árbitros en los que decía ser “madridista hasta la médula”. Aunque desde el propio Comité han querido restar importancia, el escándalo amenaza con tener consecuencias institucionales. Vinicius, una de las voces más combativas contra los árbitros en el pasado, se mantiene en silencio.
Y mientras todo arde…
Vinicius espera. Espera una llamada, una señal, una decisión. Florentino se lo piensa. Cañizares ya lo ha dicho. Y en los despachos del Bernabéu, se preguntan si vale la pena seguir apostando por un jugador que, como muchos, ha dejado de arder en el momento más necesario.
Porque a veces, las llamas más peligrosas no están en los bosques, sino en el interior de los vestuarios.
Santi Cañizares no habló solo de números; leyó el gesto. Según "Cañete", el Balón de Oro perdido cambió la cabeza de Vinicius: menos hambre, más distracciones, y un vestuario ahora liderado por Mbappé y Bellingham que ya no espera a nadie. De ahí su sentencia: “Hoy Vinicius es prescindible para el madridismo si no reacciona ya”.