El fútbol vasco se prepara para vivir un verano especialmente intenso en los despachos, donde la batalla por reforzar las plantillas promete tanto espectáculo como el césped. En el horizonte de los dos grandes del norte, una operación puede marcar el ritmo del mercado: ambos clubes tienen los ojos puestos en un mismo objetivo para reforzar su zona de creación ofensiva.
El Athletic Club llega a este mercado estival tras una temporada brillante, que le ha asegurado la presencia en la próxima edición de la Champions League. Los de Ernesto Valverde han terminado cuartos en LaLiga y afrontarán un calendario exigente, con la Liga de Campeones, LaLiga, Copa del Rey y Supercopa de España. Ese maratón de partidos obliga al club de Bilbao a reforzar la mediapunta, donde ya cuentan con nombres de calidad como Oihan Sancet, Berenguer y Unai Gómez, pero donde la exigencia física y el riesgo de lesiones hacen imprescindible contar con un fondo de armario de garantías.
Por el contrario, la Real Sociedad ha experimentado un año por debajo de sus expectativas. Sin billete para competiciones europeas, los de Donosti necesitan dar un salto de calidad para recuperar el terreno perdido. El cuerpo técnico busca incorporaciones que permitan aumentar la competitividad interna y evitar un nuevo traspiés. En la mediapunta, el fichaje que se baraja tendría que pelear por minutos con jugadores como Brais Méndez y Luka Sucic, lo que sube aún más el listón de exigencia en el vestuario txuri-urdin.
Un objetivo común: Aimar Oroz y su cláusula de 30 millones
El centro de la polémica tiene nombre propio: un mediapunta con presente en Osasuna y futuro incierto, cuya proyección ha llamado la atención tanto en Bilbao como en Donosti. El interés es tal que se ha convertido en uno de los nombres propios del mercado nacional, y en el eje de una posible batalla vasca de alto voltaje. Hablamos, por supuesto, de Aimar Oroz. Que el Athletic pretendía ficharle ya lo sabíamos, pero ahora El Nacional ha añadido a la Real Sociedad a la puja.
Su cláusula de rescisión, fijada en 30 millones de euros, eleva la negociación a un plano estratégico. Osasuna, consciente de su potencial y del interés de los grandes del norte, está dispuesto a escuchar ofertas, pero no a regalar a una de sus perlas. En este escenario, la operación puede condicionar el resto de movimientos del verano para Athletic y Real.
La clasificación para la Champions del Athletic Club otorga a los leones un atractivo extra para convencer al jugador. Disputar la máxima competición europea es un caramelo difícil de rechazar y, a nivel deportivo, puede inclinar la balanza. Ernesto Valverde quiere asegurarse un refuerzo fiable para competir en todos los frentes y evitar sorpresas en un calendario sobrecargado de partidos.
Sin embargo, la Real Sociedad no renuncia a la puja y apuesta por la solidez de su proyecto, donde el fichaje de un mediapunta de este calibre es una prioridad absoluta. El club txuri-urdin, privado de Europa, necesita argumentos deportivos y económicos para seducir a su objetivo, que tendría que competir por un puesto con Brais Méndez y Luka Sucic.