La euforia por el histórico triunfo del Real Oviedo en Primera División tras 24 años de ausencia quedó empañada por un incidente inesperado. El protagonista fue Haissem Hassan, quien, tras asistir en el gol decisivo frente a la Real Sociedad en el Tartiere, dedicó un gesto al banquillo que ha provocado consecuencias inmediatas.
Un gesto que encendió la polémica
Las cámaras captaron al extremo francés dirigiéndose al técnico con un mensaje claro: “Eh, tú, ponme en el banquillo”. La frase, lanzada en plena celebración, se viralizó en cuestión de minutos y generó debate entre la afición azul. Paunovic intentó rebajar la tensión después del partido, elogiando la calidad del jugador, pero advirtiendo también de que debe ayudar más en tareas defensivas.
Esta mañana, el club ha emitido un escueto comunicado anunciando la apertura de un expediente informativo a Hassan. En el texto, el Oviedo recuerda que su actitud “no se corresponde con los valores que rigen al Grupo Pachuca ni al propio Real Oviedo”. El procedimiento, según la entidad, responde al régimen interno y servirá para evaluar posibles sanciones. El caso recuerda al reciente castigo del Mallorca a Dani Rodríguez, lo que confirma la dureza con la que los clubes españoles afrontan los conflictos disciplinarios con jugadores.

La disculpa pública del futbolista
Consciente del revuelo, Hassan utilizó sus redes sociales para pedir perdón al entrenador, a sus compañeros y a la afición. “Mi gesto en la celebración del gol no fue correcto y no representa los valores de este equipo”, escribió. Además, aseguró que trabajará para recuperar la confianza y prometió que un episodio similar no volverá a repetirse.
El extremo había sido suplente por segundo partido consecutivo y saltó al campo tras la lesión de Ilyas Chaira. Apenas diez minutos después, protagonizó la jugada que cambió el encuentro con una asistencia brillante. Sin embargo, su reacción eclipsó en parte el mérito deportivo. En el primer entrenamiento posterior a la victoria, Hassan no se ejercitó con el grupo y trabajó en el gimnasio, lo que alimenta las especulaciones sobre un posible castigo temporal de Paunovic.
Proyección en el vestuario carbayón
La situación llega en un momento delicado para el Oviedo, que busca consolidar su regreso a la élite tras casi un cuarto de siglo. El gesto de Hassan podría afectar al equilibrio interno de un vestuario que necesita unidad para afrontar una temporada exigente. El técnico serbio ha sido claro en su mensaje: lo colectivo está por encima de lo individual, y cualquier comportamiento que ponga en riesgo esa premisa será sancionado.
El futuro inmediato de Hassan dependerá de la resolución del expediente y de la gestión de Paunovic. Si logra reconducir la situación, el francés aún puede ser una pieza clave en el ataque oviedista. De lo contrario, su aventura en el Carlos Tartiere corre el riesgo de quedar marcada por un episodio que ha generado más ruido del deseado.