Hay movimientos silenciosos que agitan el mercado más que un gran fichaje anunciado a bombo y platillo. Así está ocurriendo en los despachos del Real Betis y del Levante. Ambos clubes han reactivado una operación que lleva meses sobre la mesa y que ahora parece más cerca que nunca de concretarse.
El objetivo es dar salida a un futbolista que no ha encajado en los planes de Pellegrini. El Betis necesita liberar fichas. Y este jugador, joven y con talento, ya no tiene sitio. La solución: una cesión con trampa. Una cesión con cláusula de compra obligatoria si se cumplen ciertos parámetros.
Un año discreto y muchas incógnitas
La temporada pasada no fue fácil para este jugador. Aterrizó con expectativas altas. Su fichaje costó alrededor de dos millones de euros. Pero la realidad fue otra. No contó con oportunidades reales. No fue inscrito para competiciones europeas. Y apenas sumó 612 minutos en quince partidos.

Su aportación fue mínima. Solo una asistencia. Y un único partido completo: ante el modesto Gévora en Copa. El proyecto deportivo no encajó con su perfil. El jugador esperaba crecer. El club esperaba más. Y ahora, ambas partes buscan una salida digna.
El Celta aparece... pero no actúa
Durante semanas, se especuló con su regreso a casa. El Celta de Vigo parecía el destino ideal. Volver al origen. Recuperar sensaciones. Pero el club celeste está atado de pies y manos. El límite salarial aprieta. Y solo contemplan fichajes si son verdaderas gangas.

Un club de la Ligue 1 preguntó por él. Otro de Bélgica también. Pero el jugador lo tiene claro. Quiere quedarse en España. Aún cree que puede brillar en LaLiga. Y por eso ha esperado. Paciente. Confiado. Uno de los clubes más interesados fue el Elche. Las relaciones con el Betis no son las mejores. Y en operaciones así, la confianza lo es todo.
El Levante aprieta y se adelanta
Ahí es donde aparece el Levante. Club bien gestionado. Con hambre de volver a Primera. Y con buena sintonía con los verdiblancos. Ya en julio estuvieron a punto de cerrar la operación. Pero el Betis frenó todo a última hora. Querían guardarse esa carta para otros movimientos.
Ahora, sin ofertas mejores sobre la mesa, se ha retomado el contacto. El Levante quiere cerrar ya. Antes de que otro club se entrometa. Y todo apunta a que lo conseguirá. Incluso ya hay acuerdo en las cifras: cesión con opción obligatoria de compra si se dan ciertas condiciones deportivas.
A sus 23 años, este jugador todavía tiene margen de mejora. Es mediapunta, con buen manejo del balón. Puede jugar entre líneas. Tiene llegada. En el Racing de Ferrol dejó buenas sensaciones. Por eso el Betis apostó por él. Pero en un equipo grande, la presión es otra.
El Betis lo libera. El Levante lo espera
El Betis necesita espacio en su plantilla. No solo por razones deportivas. También económicas. Su objetivo es inscribir a todos sus nuevos fichajes. Y para ello, deben liberar masa salarial. Esta operación ayuda a cumplir ese objetivo. Y beneficia a todas las partes.
El jugador no ha escondido su deseo de volver a sentirse importante. De jugar cada semana. De demostrar lo que vale. Ha rechazado propuestas extranjeras. Ha esperado. Y su paciencia está a punto de dar frutos. El nombre del protagonista es Iker Losada.