El Villarreal se ha convertido en uno de los clubes más activos en los últimos días del mercado. La inminente salida de Yeremy Pino al Crystal Palace ha obligado a la dirección deportiva a reaccionar con rapidez. Marcelino quiere un sustituto de garantías y el nombre que más fuerza gana es el de un delantero que brilla en Francia.
La política del club amarillo pasa por reforzarse con talento joven y con proyección internacional. Ya lo demuestran incorporaciones recientes como las de Moleiro, Rafa Marín y Buchanan. Sin embargo, la marcha de un canterano de tanto peso como Yeremy exige un perfil distinto, alguien con capacidad para marcar diferencias.
El Lyon necesita vender y el Villarreal aprovecha la ocasión
La situación financiera del Olympique de Lyon es frágil y abre una oportunidad. Desde La Cerámica han lanzado una oferta para hacerse con el atacante, consciente de que Fonseca lo considera pieza clave en su equipo. El jugador ha sido titular en las dos primeras jornadas de la Ligue 1 y viene de una temporada con cifras destacadas.

El interés amarillo se cruza con otros pretendientes europeos, pero el Villarreal ya ha dado el primer paso formal. A falta de seis días para el cierre del mercado, la dirección deportiva trabaja a contrarreloj. El objetivo es cerrar la operación sin llegar a cifras desorbitadas y aprovechar la necesidad del Lyon de ingresar.
Un delantero que encaja en la idea de Marcelino
Marcelino siempre ha apostado por atacantes móviles, con gol y buena lectura de espacios. El perfil buscado no es el de un tanque clásico, sino un jugador capaz de caer a bandas y asociarse en corto. En ese contexto, el candidato elegido encaja perfectamente en el plan del técnico asturiano.

El Villarreal necesita dinamismo y pegada en la última línea. Con la llegada de Dovbyk aún en el aire, el club no quiere quedarse corto de efectivos. El esfuerzo económico es importante, pero se interpreta como una inversión de futuro para un equipo que disputará la Champions.
Mikautadze, el nombre propio en la agenda amarilla
Georges Mikautadze, internacional con Georgia y delantero del Olympique de Lyon, es el jugador señalado. Con 24 años y contrato hasta 2028, viene de firmar 47 partidos y varios goles en la última campaña. Su potencia, movilidad y olfato goleador le han convertido en referencia ofensiva en su equipo.
Su fichaje sería un golpe de efecto para el Villarreal y una respuesta directa a la salida de Yeremy. Además, la operación permitiría a Marcelino disponer de un abanico más amplio en ataque. La apuesta es arriesgada, pero el potencial del georgiano justifica el movimiento.
Un cierre de mercado intenso en La Cerámica
La dirección deportiva ha acelerado en varios frentes al mismo tiempo. Arnau Tenas ya tiene acuerdo cerrado y se oficializará en breve. Buchanan dejó una gran impresión con un hat-trick frente al Girona. Moleiro ha mostrado personalidad en sus primeras apariciones. Y Mikautadze podría ser la guinda de un verano muy movido.
El Villarreal confía en cerrar los últimos detalles antes del 1 de septiembre. Con Marcelino decidido a tener una plantilla competitiva, el club no quiere dejar escapar la oportunidad. El reto será mantener equilibrio económico mientras se refuerza con futbolistas que eleven el nivel.