La tensión vuelve a apoderarse del Real Madrid en plena recta final de verano. El nombre que concentra todas las miradas es el de su atacante más desequilibrante, cuya renovación se ha convertido en un rompecabezas. Las negociaciones están encalladas y desde la directiva no parece haber margen para mejorar la propuesta inicial.
El debate se ha colado en tertulias y portadas deportivas a diario. El presidente Florentino Pérez mantiene la intención de asegurar la continuidad del jugador. Sin embargo, desde el entorno del brasileño insisten en reclamar cifras históricas. Una diferencia económica que ha frenado cualquier posibilidad de acuerdo inmediato.
La exigencia de Vinicius, en cifras de récord
El extremo aspira a convertirse en el futbolista mejor pagado de la plantilla. Ha solicitado alcanzar los treinta millones de euros netos por temporada. Una cifra que ni Cristiano Ronaldo llegó a cobrar en su etapa final en el club.

La propuesta del Real Madrid es menos ambiciosa y ronda los quince o dieciséis millones. El choque es frontal y las posturas permanecen alejadas pese a semanas de reuniones. El contrato vigente expira en 2027 y le blinda con una cláusula de mil millones.
Pedrerol desvela la postura de Florentino Pérez
Josep Pedrerol aseguró en su programa que la entidad tiene claro el camino. “Si se quiere ir gratis, no habrá problema para el club”, afirmó el periodista. Según sus fuentes, el Madrid no está dispuesto a aceptar las cantidades exigidas. El comunicador añadió que en Concha Espina no existe miedo a una marcha futura.

La intención sigue siendo renovarle, pero no a cualquier precio. Incluso abrió la puerta a que su destino pudiera estar en Arabia Saudí.
Vinicius y el pulso por ser referente absoluto
El brasileño siente que su rendimiento lo coloca por encima de todos. Ha sido clave en títulos recientes y llegó a ser considerado el mejor del mundo por la FIFA en 2024. Su ambición es reflejarlo también en la nómina, algo que no comparte el club.
En el vestuario blanco se observa con cautela la situación del ‘7’. Nadie cuestiona su talento ni su liderazgo ofensivo, pero la tensión contractual es evidente. El riesgo de un pulso prolongado preocupa más fuera que dentro del Santiago Bernabéu.
Un culebrón que puede alargarse hasta 2027
Quedan dos temporadas completas antes de que termine su actual vínculo. Eso ofrece tiempo para negociar, aunque también abre la puerta a más especulaciones. Pedrerol subrayó que la directiva no teme la presión mediática ni los cantos de sirena.
El madridismo, dividido, observa con expectación cada movimiento en torno a Vinicius. Algunos reclaman que se le pague lo que pide para blindar su futuro. Otros consideran que nadie debe estar por encima de la política salarial del club. El desenlace, de momento, sigue siendo una incógnita.