La ventana estival de fichajes sigue generando titulares inesperados, y uno de ellos ha sido la frenética batalla por un lateral derecho que parecía tener ya destino cerrado. El jugador en cuestión, que pertenece actualmente a Osasuna, se encontraba en conversaciones muy avanzadas con un histórico de LaLiga.
Sin embargo, cuando todo parecía encarrilado, otro gigante del fútbol español ha irrumpido con fuerza en la escena. Y lo ha hecho con la determinación que acostumbra en los mercados: números en mano, promesas deportivas y un proyecto ambicioso sobre la mesa.
El jugador, entrenando al margen
Mientras tanto, el protagonista de esta historia ha comenzado a distanciarse del grupo. En el último entrenamiento con Osasuna, fue visto realizando ejercicios físicos en solitario, apartado del resto de sus compañeros. Una imagen que, en el mundo del fútbol, casi siempre anticipa un movimiento inminente.

Su entorno ha reconocido que el jugador busca un cambio de aires y que está valorando muy seriamente la propuesta del nuevo club que se ha sumado a la puja. La operación, que se daba por hecha con el Athletic Club, ahora pende de un hilo ante la ofensiva de última hora que llega desde la capital.
Un movimiento estratégico desde Madrid
El club madrileño, tras valorar su situación en el lateral derecho, ha decidido intervenir. La inminente cesión de uno de sus jugadores en esa posición ha dejado un hueco que pretenden llenar cuanto antes. El perfil del jugador encaja a la perfección en su esquema, y su proyección a medio plazo lo convierte en una apuesta estratégica.

Según fuentes cercanas a la negociación, la dirección deportiva del Atlético ha comenzado ya los contactos formales con Osasuna y con el entorno del futbolista. La idea es clara: adelantarse al Athletic, romper el acuerdo no firmado y ofrecer un futuro más ambicioso a un jugador que lleva tiempo esperando un paso adelante.
Osasuna, en el centro de todo
El club rojillo, por su parte, ha dejado claro que no aceptará una salida sin una compensación justa. Ha intentado renovar al jugador en hasta tres ocasiones, todas sin éxito. Su contrato finaliza en 2026, pero la relación ya está rota. Ahora solo falta encontrar la oferta adecuada para formalizar su traspaso.
Ambos pretendientes saben que deben moverse rápido. Uno de ellos ya tenía un acuerdo verbal y confiaba en cerrar el traspaso por 10 millones, ligeramente por debajo de la cláusula. El otro ha llegado con más fuerza económica y, sobre todo, con más proyección deportiva.
El nombre en el centro del huracán: Jesús Areso
Y es que el jugador en cuestión no es otro que Jesús Areso, el lateral navarro de 25 años que ha sido una de las piezas clave en Osasuna las últimas temporadas. Formado en la cantera de Tajonar, su rendimiento y proyección lo han colocado en el radar de varios equipos, pero son Athletic Club y Atlético de Madrid quienes se lo disputan.
El desenlace podría conocerse en cuestión de días. Y aunque parecía destinado a regresar a Bilbao, la irrupción del Atlético ha cambiado las reglas del juego. Ahora, el futuro de Areso podría estar mucho más cerca del Metropolitano que de San Mamés.