Lo de anoche fue una auténtica montaña rusa de emociones merengues. El Real Madrid planteaba un complicadísimo partido en Bérgamo que debía servir para deshacerse de las malas sensaciones mostradas hasta ahora en la Champions y dar un golpe sobre la mesa. No obstante, el escenario no propiciaba mucho optimismo, pues los de Ancelotti se medían a una Atalanta líder de la Serie A, con nueve victorias consecutivas y 14 partidos seguidos imbatidos.
No podía haber comenzado mejor el duelo para los de la capital, pues Kylian Mbappé ahuyentó durante unos segundos los fantasmas y anotó un gran gol en el minuto 10. El dominio blanco se prolongó durante unos minutos, pero llegando al minuto 30, los del norte de Italia dieron un paso adelante y el madridismo volvió a sufrir. Las inseguridades defensivas volvieron a hacer acto de presencia, así como las dudas en la generación de juego y la intensidad en las jugadas divididas.
Con todo, la Atalanta empató la contienda justo en la última acción del primer tiempo, después de un penalti bastante claro de Aurélien Tchouameni. No escatimó en precisión Charles De Ketelaere, con un lanzamiento extraordinario imposible de atajar incluso para tres Courtois. La tendencia, además, se mantuvo en el comienzo del segundo tramo, con los de Gasperini generando mucho peligro y los de Ancelotti mostrándose impasibles y sin capacidad para reaccionar.
Pero en el 56', Vinicius Jr, en la primera acción en la que le veíamos participar en todo el partido, se encontró con un fortuito rechace en el balcón del área y lo mandó al fondo de las mallas. Un par de minutos más tarde, Jude Bellingham haría lo propio, implementando una ventaja en el marcador difícilmente salvable. La Atalanta lo intentó e incluso recortó distancias con un gran gol de Ademola Lookman, pero no fue suficiente y el madridismo volvió a sonreír.
No todo fueron buenas noticias
En resumidas cuentas, el Real Madrid recuperó sensaciones positivas después de ganar a uno de los equipos más en forma de Europa y alejándose de los puestos de eliminación. Además, Kylian Mbappé se mostró al fin determinante y protagonizó un gran partido. Eso sí, la mala nueva de la noche la protagonizó también el astro francés.
Y es que el ex del PSG no pudo ni siquiera terminar el partido, pues debió ser sustituido en el minuto 36 a causa de una lesión. Su malestar parecía nacer de unas dolencias musculares en el cuádriceps, aunque todavía debe someterse a pruebas. Quienes han querido transmitir negativismo han sido Josep Pedrerol y Tomás Roncero en El Chiringuito.
Durante la emisión de su programa anoche, en el post del partido, emitieron unas imágenes en directo mientras los jugadores del Real Madrid salían del vestuario en dirección al autobús. En ellas, el presentador del programa percibió una cojera en Kylian Mbappé, lo que sería, desde luego, un indicio preocupante. Veremos cómo evoluciona.