El FC Barcelona vive días de mucha actividad en los despachos, con varios frentes abiertos en este mercado invernal. Uno de los asuntos que más expectación genera es la situación de Ronald Araujo. El zaguero charrúa, considerado uno de los defensores con más proyección de LaLiga, ha sido vinculado de forma insistente con clubes como la Juventus o el Arsenal, que pretenden reforzar su parcela defensiva de cara al tramo final de la temporada. El propio jugador, de 25 años, ha reconocido internamente que está sopesando su futuro, según ha publicado Mundo Deportivo, algo que ha encendido las alarmas en la afición culé.
Araujo llegó al Barça procedente del Boston River, tras haber dado el salto previamente desde Rentistas. Después de un paso por el Barça B, se consolidó en el primer equipo, donde acumula 152 partidos, 8 goles, 6 asistencias, 27 amarillas y un total de 11.518 minutos disputados. Su valor de mercado actual, de alrededor de 55 millones de euros, llegó a alcanzar los 70 millones en marzo de 2023, lo que lo sitúa como uno de los activos más preciados del club. Con contrato hasta junio de 2026 y una última renovación firmada en abril de 2022, se esperaba que fuera una de las piedras angulares del proyecto deportivo. Sin embargo, el uruguayo ha dejado ver dudas sobre su continuidad.
No ha sido hasta las últimas horas cuando Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, ha tomado la palabra sobre este tema, sin desmentir la voluntad expresada por Araujo de buscar una salida. Según sus propias declaraciones, el club está en conversaciones con el director deportivo, Deco, y con el futbolista, para encontrar “una solución satisfactoria para todos”. Si bien Laporta subrayó que su deseo es que “los jugadores que tengamos en la plantilla continúen”, también reconoció que hay “circunstancias” que no controla y que podrían propiciar un traspaso antes de que cierre el mercado el 3 de febrero.
Incertidumbre con Araujo
Las palabras del mandatario contrastan con su postura de marzo pasado, cuando se mostró firme al afirmar que renovaría “de por vida” al defensa y que su compromiso con el Barça era inquebrantable. Esta vez, Laporta no ha utilizado ese lenguaje contundente, sino que se ha limitado a asegurar que “Araujo tiene contrato en vigor”, pero que si el futbolista no está cómodo y se llega a un acuerdo económico satisfactorio, el club no se opondrá. En todo caso, la operación tendría que generar un ingreso muy importante, puesto que a una temporada y media de finalizar su relación contractual, el Barça no quiere malvender a un jugador de tanto potencial.
Mientras tanto, compañeros de vestuario como Gavi o Robert Lewandowski habrían tratado de convencer al uruguayo de posponer cualquier decisión hasta el final de la campaña, tal como se vio en las imágenes tras la final de la Supercopa de España, donde los blaugranas vencieron al Real Madrid por 5-2. Araujo, que puede desempeñarse tanto de central como de lateral derecho, es uno de los futbolistas con mayor proyección de la plantilla y su marcha implicaría un serio contratiempo para los planes de Hansi Flick.
Los próximos días se antojan decisivos para el desenlace del “caso Araujo”. Si la oferta que llega a las oficinas del Camp Nou satisface las exigencias económicas del Barça, el club está dispuesto a dar luz verde a la venta. De lo contrario, confían en que el defensor recapacite y decida seguir vistiendo la elástica blaugrana, al menos hasta finalizar la presente temporada. A la espera de novedades, queda claro que Laporta no se cierra en banda a un traspaso millonario, pero tampoco quiere desprenderse alegremente de uno de los grandes baluartes defensivos del equipo.