La calma nunca ha sido una constante en el vestuario del Barça Femenino. Las expectativas sobre el club catalán siempre son altas, sobre todo después de una temporada en la que se han mezclado alegrías y cambios inesperados. El actual campeón de la Liga F está acostumbrado a reinventarse y, una vez más, se ve obligado a tomar decisiones importantes para mantener la hegemonía en el fútbol femenino español y europeo.
Un verano de movimientos y nuevas apuestas en la plantilla azulgrana
A pocos días de iniciar la pretemporada, el Barça Femenino ha confirmado varios cambios clave en su plantilla. Desde hace semanas se rumoreaba que este verano iba a ser uno de los más movidos de los últimos años en el club, y así lo ha demostrado la directiva. Tras varias salidas ya conocidas, la noticia de una nueva marcha se ha hecho oficial y marca el rumbo del nuevo proyecto de Pere Romeu.
Entre todas las bajas de la plantilla, hay una que ha causado especial impacto en la afición, la de Bruna Vilamala. La salida de una futbolista formada desde niña en La Masia, símbolo de la apuesta azulgrana por el talento local, ha removido sentimientos tanto dentro como fuera del club. Se trata de una delantera polivalente, capaz de adaptarse a diferentes posiciones de ataque, y que ha vivido momentos de gloria y también de dificultad tras una dura lesión que frenó su ascenso en el primer equipo.

Durante la pasada campaña, tras buscar minutos en la liga inglesa en su cesión en el Brighton, la jugadora acumuló experiencia lejos de Barcelona, demostrando que puede rendir en contextos exigentes. Sin embargo, el alto nivel competitivo y la presencia de estrellas internacionales en el Barça han dificultado su regreso al protagonismo, motivando la decisión de iniciar una nueva etapa lejos de Catalunya.
México, nuevo destino para seguir creciendo en la élite
La futbolista catalana inicia ahora una aventura en el extranjero, concretamente en el fútbol mexicano, donde el Club América ha apostado fuerte por su fichaje. El movimiento, adelantado por medios especializados y confirmado en las últimas horas, supone un desafío deportivo y personal para una jugadora que ha dedicado toda su carrera a vestir la camiseta azulgrana.
El acuerdo entre Barça y Club América incluye una vinculación por dos temporadas, lo que da margen a la futbolista para asentarse y recuperar sensaciones lejos de la presión mediática de Barcelona. La presencia de otras exjugadoras del Barça en la liga mexicana, como la portera Sandra Paños, ha influido positivamente en la decisión, aportando confianza en el proyecto americano.
Esta salida no es la única que ha sufrido el Barça este verano. El club ha oficializado también la marcha de piezas importantes como Ingrid Engen, Fridolina Rolfö, Judit Pujols y Ellie Roebuck. Estos cambios obligan al cuerpo técnico a reajustar roles y buscar refuerzos que garanticen el nivel competitivo de las últimas campañas.