El Real Madrid salió victorioso en su visita al Carlos Tartiere. El equipo de Xabi Alonso venció 0-3 al Oviedo con solvencia y goles de Mbappé y Vinicius. Sin embargo, más allá del marcador, el gran debate se centró en el brasileño. Vinicius Júnior volvió a acaparar los focos por sus gestos contra la grada local.
Una actitud que empañó su gol y encendió la polémica. Incluso Edu Aguirre, habitualmente uno de sus grandes defensores, reconoció que lo sucedido fue “muy feo”.
El contexto del Carlos Tartiere
El encuentro se desarrolló en un ambiente festivo para la afición ovetense. El Real Oviedo recibía por primera vez en años al Real Madrid en casa con un lleno absoluto. El estadio celebraba la ocasión con ilusión, pero Vinicius lo transformó en polémica.

El brasileño fue suplente y entró en la segunda mitad buscando reivindicarse. Con apenas media hora de juego, mostró la cara que más irrita al público. Simulaciones, protestas constantes y gestos desafiantes marcaron su actuación en Asturias.
Edu Aguirre, tertuliano de El Chiringuito y cercano al brasileño, no dudó en criticarlo. “Vinicius necesita un enemigo”, afirmó en directo. Para él, el jugador se motiva buscando rivales fuera del balón. El periodista fue aún más claro: “Puede ser el árbitro, el público o incluso su entrenador”.

El gol que encendió la polémica
Vinicius marcó el tercer gol del partido tras una buena jugada colectiva. En lugar de celebrarlo con naturalidad, se dirigió al árbitro y a la grada. Sus gestos de burla fueron interpretados como una provocación deliberada.
El estadio respondió coreando insultos hacia el brasileño, lo que aumentó la tensión. De Burgos Bengoechea, árbitro del encuentro, ya le había amonestado antes por simular un penalti. Con esa actitud, Vinicius rozó la expulsión en su primera visita al Tartiere.
Edu Aguirre reconoció que el gesto de Vinicius fue lamentable e innecesario. “Es muy feo”, sentenció, dejando claro que el brasileño se equivoca. Para el periodista, ese comportamiento resta más de lo que suma al Real Madrid. El brasileño, pese a su indudable talento, parece necesitar siempre ese estímulo de confrontación.
Críticas a su rendimiento reciente
Más allá de los gestos, Vinicius no atraviesa su mejor momento futbolístico. La pasada temporada fue irregular y perdió protagonismo en los grandes partidos. Esta campaña comenzó como suplente en Oviedo, un mensaje claro de Xabi Alonso. El técnico tolosarra apuesta por meritocracia y no por nombres intocables.
Con Mbappé brillando y otros jóvenes como Güler creciendo, Vinicius debe recuperar su sitio. Actitudes como la del Tartiere solo complican aún más su situación interna.
El Madrid, entre la protección y la exigencia
Históricamente, el Real Madrid ha protegido públicamente a Vinicius de críticas externas. Tanto Florentino Pérez como Ancelotti defendieron siempre su figura ante los medios. Sin embargo, puertas adentro ha recibido advertencias claras sobre su comportamiento.
Ahora, con Xabi Alonso, el escenario es diferente. El entrenador ha demostrado firmeza dejando a Vinicius en el banquillo. Esa decisión, unida a los gestos del brasileño, refuerza la sensación de advertencia. Nadie está por encima del escudo en este nuevo Madrid.
El futuro inmediato del brasileño
Con 25 años, Vinicius debería estar en el pico de su carrera deportiva. Sin embargo, sus gestos y polémicas lo alejan de la imagen de referente mundial. Su talento es incuestionable, pero la paciencia dentro del club empieza a agotarse. Edu Aguirre lo resumió perfectamente: “Necesita cambiar”.
El brasileño tiene todo para volver a ser decisivo, pero debe abandonar esa necesidad de confrontación constante. El público del Tartiere ya lo ha señalado. Y muchas otras aficiones lo harán en adelante.