Futbolista con uniforme rojiblanco junto al texto 180 grados y una flecha curva

Giro de 180 grados con Aymeric Laporte: Grave problema para el Athletic tras ficharlo

El central se antojaba como uno de los fichajes más impresionantes del último día de mercado

El fichaje de Aymeric Laporte por el Athletic Club parecía encaminado a ser el gran golpe del mercado veraniego. Sin embargo, una gestión que se alargó demasiado acabó provocando un desenlace inesperado. Desde FIFA confirmaron que el TMS estaba ya cerrado cuando Al Nassr envió los papeles.

El regreso del central a San Mamés se había cocinado durante semanas y las negociaciones fueron muy duras. Laporte tenía contrato en vigor hasta 2026 con el club saudí y percibía un sueldo altísimo, cifrado en 25 millones de euros por temporada.  El Athletic logró convencerle con un contrato de tres años y con la ilusión de volver a ser referente. Sin embargo, el tiempo corrió en contra.

Una operación al límite del reloj

El Al Nassr había pagado 27,5 millones de euros al Manchester City por su fichaje hace dos temporadas, lo que complicaba más la salida. El Athletic, el futbolista y el club saudí mantuvieron conversaciones frenéticas durante los últimos días de mercado. Cada detalle, cada cláusula y cada cifra se discutieron hasta el último minuto. El problema es que esa demora acabó teniendo un coste muy caro.

Entrenador del Athletic Club con gesto serio y un emoji de enojo sobre un estadio de fútbol
El jugador que está más cerca del Atlético de Madrid que del Athletic de Valverde. | XCatalunya, Athletic Club

Finalmente, cuando se alcanzó el acuerdo total y los documentos se enviaron, el sistema TMS ya estaba cerrado. El mismo caso recuerda inevitablemente al episodio de David de Gea con el Real Madrid en 2015, cuando el fax llegó tarde. Ahora, la FIFA y la RFEF están revisando la situación, aunque el panorama es muy poco favorable para los rojiblancos.

Un regreso frustrado a San Mamés

Se trataba de recuperar a un central formado en Lezama, internacional con España y con experiencia en la élite. Ocho años después de su salida, la afición bilbaína soñaba con verle de nuevo en el centro de la defensa. Laporte, además, había mostrado su deseo de regresar a casa, lo que hacía más doloroso el desenlace.

Un hombre con chaqueta azul del Athletic Club de Bilbao frente a un fondo con el escudo del equipo.
Montaje con Ernesto Valverde y el escudo del Athletic Club. | @athleticlub, XCatalunya, Canva Creative Studio

El futbolista había pasado dos años en Arabia Saudí, después de una etapa brillante en el Manchester City, donde ganó títulos y prestigio. Su llegada a San Mamés suponía reforzar de manera inmediata la zaga y enviar un mensaje de ambición. Sin embargo, esa ilusión se ha frenado en seco por un error burocrático que parecía evitable.

El problema que arrastra el Athletic

El Athletic no solo se enfrenta a la frustración del fichaje fallido. El verdadero problema es que la plantilla queda descompensada en defensa, justo cuando más necesitaba un líder atrás. El club no cuenta con demasiadas alternativas de nivel para el eje central. Además, la operación consumió tiempo y recursos que pudieron invertirse en otras.

El retraso en el envío de documentos evidencia una falta de agilidad en la gestión del mercado. El Athletic, que históricamente ha tenido que trabajar con un margen más estrecho por su política de cantera, no puede permitirse errores de este calibre. La afición lo percibe como una muestra de improvisación que deja al equipo expuesto.

Esperando una respuesta de FIFA

La esperanza que queda es que FIFA reconsidere la situación y dé luz verde a la inscripción del jugador. Sin embargo, los antecedentes no invitan al optimismo. Cuando el sistema se cierra, rara vez se hacen excepciones. El club rojiblanco ya piensa en la posibilidad de esperar al mercado invernal para poder contar con Laporte.

Hasta entonces, el entrenador tendrá que apañarse con los recursos actuales y confiar en la fortaleza del bloque. El central, mientras tanto, seguirá ligado contractualmente al Al Nassr, a la espera de que se resuelva el embrollo administrativo.

El Athletic había preparado el terreno para un regreso histórico que ilusionaba a todos. Pero la lentitud y la complejidad de la operación acabaron jugando en su contra. Laporte sigue sin poder vestir la camiseta rojiblanca y la plantilla queda con un vacío evidente en defensa.