Durante semanas, el runrún de un regreso ilusionante ha corrido como la pólvora en redes sociales y tertulias deportivas. La idea de volver a ver a un viejo conocido con la camiseta blaugrana despertaba pasiones entre parte de la afición, pero también muchas dudas en los despachos. ¿Realmente encajaba? ¿Estaba en condiciones de aportar algo más allá del nombre?
La respuesta, al menos para Flick, ha sido rotunda: no. Según ha podido confirmar el entorno del club, el técnico alemán no ve con buenos ojos incorporar a ciertos perfiles veteranos que generen más ruido fuera del campo que rendimiento dentro de él. Y aunque la operación no estaba cerrada ni mucho menos, la simple posibilidad de que este jugador regresara al vestuario culé ha sido desactivada de raíz.
Un perfil que ya no encaja en el nuevo Barça
La idea de Hansi Flick es clara: formar un equipo intenso, trabajador, disciplinado y tácticamente comprometido en su segunda temporada como entrenador blaugrana. Un grupo en el que prime el colectivo por encima de las individualidades, y en el que los fichajes estén orientados al futuro más que al pasado. En esa estrategia no caben apuestas de riesgo, ni estrellas en declive físico.

Y es que el protagonista de esta historia, tras una etapa opaca en el fútbol árabe, está intentando volver a Europa. Su objetivo es claro: recuperar sensaciones competitivas de cara al Mundial de 2026. Su calidad sigue intacta, pero su estado físico ha sido una incógnita constante. Varios clubes europeos de segunda línea han tanteado su fichaje, ofreciendo un entorno más relajado donde pueda destacar sin tanta presión.
El romanticismo no basta
En el Camp Nou, su nombre sigue despertando emociones. Fue parte del tridente más temido del planeta, marcó goles históricos, regaló asistencias imposibles y dejó huella. Pero también salió por la puerta de atrás, con polémicas y desencuentros. Su regreso habría sido visto como un gesto de redención, una segunda oportunidad.

Los directivos, conscientes del valor comercial y mediático del jugador, no cerraban del todo la puerta. Pero la firmeza del nuevo entrenador ha inclinado la balanza. El proyecto necesita construir, no mirar atrás. Y aunque el jugador estaba dispuesto a rebajarse el sueldo, cambiar su rol y adaptarse a lo que hiciera falta… no ha sido suficiente.
El nombre que ya no volverá al Camp Nou
Con todo esto, se disipa definitivamente el sueño de una parte de la afición culé que ansiaba volver a ver en el estadio a aquel mago brasileño que un día enamoró al mundo. Porque el jugador al que Hansi Flick le ha cerrado la puerta con contundencia, el que no volverá a vestir la camiseta del Barça por decisión técnica, es Neymar.
La decisión de Hansi Flick deja KO a muchos culés, ya que una parte importante de la afición soñaba con el regreso de Neymar. Además, el Barça necesita reforzar la banda con un extremo, y la del brasileño era, sorprendentemente, una de las opciones más accesibles en lo económico.