Marc-André Ter Stegen ha encendido una tormenta en el FC Barcelona. El guardameta alemán, capitán del primer equipo, ha decidido operarse de la espalda y anunció su decisión con un comunicado propio en redes sociales, sin contar con la versión médica oficial del club. Un gesto que no ha gustado nada en los despachos del Barça.
Ter Stegen comunicó que estaría tres meses de baja, una cifra clave, ya que si la recuperación superara los cuatro meses, el Barça podría utilizar la normativa de LaLiga para inscribir a Joan Garcia aprovechando el 80% de la ficha del lesionado. Sin embargo, el club rápidamente contraatacó asegurando que los médicos estiman un periodo de inactividad de entre cuatro y cinco meses.
Tensión acumulada desde hace meses
El enfado de Ter Stegen con el Barça viene de lejos. Desde que el club le comunicó la llegada de Joan Garcia para reforzar la portería, el alemán interpretó que su continuidad estaba amenazada. A ello se suman los rumores de una posible salida para aliviar masa salarial y su desencuentro con Hansi Flick al final de la temporada pasada.

El técnico alemán no lo alineó en el último partido de Liga, pese a haber recibido el alta médica. Ter Stegen, molesto, se marchó a la Nations League dejando escapar un bonus económico importante. Después, con la incorporación de Joan Garcia y la renovación de Szczesny como segundo portero, Flick fue claro: el de Sallent sería el titular.
Lejos de asumirlo, el alemán respondió con otro gesto que ha tensado aún más la cuerda: volvió a quejarse de molestias y optó por la operación que ahora lo apartará durante varios meses.

El vestuario y la capitanía, en debate
En el club, aunque públicamente mantienen el respeto por Ter Stegen, internamente empieza a cuestionarse su papel como capitán. Hay directivos y miembros del cuerpo técnico que consideran que su actitud no representa los valores del brazalete. Todo por su falta de empatía con el grupo y por no priorizar el bien colectivo.
Actualmente, los capitanes del Barça son Ter Stegen, Frenkie de Jong, Ronald Araujo, Raphinha y Pedri. Flick, que siempre ha apostado por mantener la armonía en el vestuario, podría replantearse el liderazgo del alemán. De hecho, no se descarta que se convoque una votación entre los jugadores, como ya se hizo la temporada pasada.
¿Un adiós encubierto?
Algunos ven en los últimos movimientos de Ter Stegen una estrategia para forzar su salida sin rebajar su ficha. Su contrato termina en junio de 2028, y el club no quiere cargar con una ficha tan elevada si no es titular. Por otro lado, el portero se aferra a su derecho contractual y no parece dispuesto a renunciar a nada.
Con su operación inminente, es poco probable que Ter Stegen pueda dirigirse a la afición en el Trofeu Joan Gamper. Todo apunta a que será Ronald Araujo quien ejerza de primer capitán en ese acto simbólico. Mientras tanto, en los pasillos de la Ciutat Esportiva, cada vez son más las voces que ven su ciclo como líder terminado.
La gestión de Flick en los próximos días será clave. Porque más allá de los quirófanos, el verdadero problema de Ter Stegen ya no está en la espalda, sino en el vestuario.