El FC Barcelona continúa atrapado en el laberinto de su propio estadio. Las obras del Spotify Camp Nou siguen retrasándose y el club no logra asegurar fechas concretas. Con septiembre a la vuelta de la esquina, todo apunta a que el recinto culé seguirá cerrado. La situación genera malestar entre aficionados y dirigentes que ven cómo los plazos vuelven a incumplirse.
La solución provisional que manejan en los despachos es sorprendente. Según avanzan diferentes medios, el Barça pedirá a LALIGA disputar su partido contra el Valencia en Mestalla. De este modo, se invertiría el orden previsto inicialmente, jugando la vuelta en Barcelona. La propuesta, aunque poco habitual, se justifica en la imposibilidad de usar Montjuïc ni el propio Camp Nou.
Mestalla como alternativa provisional para el Barcelona
La opción que más gusta en el club catalán es Mestalla. No se trata de un capricho, sino de una medida de urgencia. El estadio del Valencia cuenta con la capacidad y las instalaciones necesarias para albergar un partido de alto nivel. Además, se encuentra en una ciudad con buena logística y conexiones.

El plan sería disputar allí el choque de septiembre y dejar la vuelta para Barcelona. La fórmula, aunque complicada, ya se ha planteado en otras ocasiones por motivos extraordinarios. Sin embargo, la decisión final corresponde a LALIGA y no será sencilla. El calendario apretado y los intereses televisivos condicionan cualquier cambio.
Otras sedes también aparecen sobre la mesa
Mestalla no es la única alternativa estudiada en las oficinas azulgranas. Montilivi, en Girona, ha sido mencionado como posible escenario temporal. El estadio catalán ya fue barajado anteriormente, aunque su capacidad más reducida genera dudas. Aun así, la proximidad geográfica podría ser un factor favorable para los socios culés.

También surgieron voces que apuntaron al RCDE Stadium en Cornellà. Sin embargo, la idea de compartir campo con el eterno rival local parece inviable. La rivalidad histórica entre Barça y Espanyol hace prácticamente imposible esa solución. En este contexto, Mestalla aparece como la opción más viable y lógica.
La solidaridad de algunas voces del fútbol español
El debate sobre dónde jugar al Barça no deja indiferente. El periodista Roberto Gómez se mostró comprensivo con la entidad catalana. Señaló que las obras de un estadio tan grande siempre generan problemas. Además, pidió empatía con el club, argumentando que nadie sale beneficiado de esta situación. Sus palabras fueron bien recibidas por la directiva.
Aun así, entre la afición existe división. Algunos culés entienden la necesidad de improvisar soluciones mientras finaliza la reforma. Otros, en cambio, critican que se prometa constantemente un regreso que nunca llega. La falta de transparencia en los plazos se percibe como un engaño continuo.
El futuro inmediato sigue lleno de incertidumbre
El Barça afronta ahora semanas decisivas en lo deportivo y lo institucional. Si LALIGA acepta la petición, el club respirará aliviado temporalmente. De lo contrario, deberá improvisar a contrarreloj otra sede que cumpla las condiciones. Lo único claro es que septiembre marcará un nuevo capítulo en el lío del Camp Nou.
El club insiste en que la reforma será un éxito a largo plazo. Sin embargo, el presente obliga a buscar soluciones rápidas y poco convencionales. La petición de jugar en Mestalla refleja la magnitud de las dificultades. El Camp Nou, símbolo culé, sigue convertido en un dolor de cabeza constante.