El señorío y la elegancia son dos habilidades humanas complejas de adquirir pero aún más difíciles de mantener. Cuando alcanzas el privilegio de ser considerado como tal, te expones al riesgo que, con cualquier acto, palabra o gesto puedes perderlo. Y eso es lo que le ha ocurrido a Artem Dovbyk.
El ariete ucraniano se ha dado a conocer de forma notable este curso gracias a la firme apuesta que el Girona hizo por él el pasado verano. Tan efectivo fue su fichaje que Artem Dovbyk ha terminado siendo el pichichi de LaLiga y una pieza fundamental para el histórico logro del equipo catalán, que terminó tercero y logró la primera clasificación de su historia para la Champions League. Pese a esto, había muchos números de que el atacante se marchara, pues detrás de él había varios equipos de primer nivel que amilanaban su continuidad en Montilivi
Aun así, la parroquia gerundense lo había asumido sin mostrar ninguna especie de resquemor. Era normal que el futbolista optara por afrontar otra aventura de mayor envergadura. Por otro lado, la lluvia de millones que iba a dejar en las arcas de la entidad era también favorable para el devenir del club.
Y finalmente, aunque se sospechaba que su destino iba a ser el Atlético de Madrid, Artem Dovbyk se terminó marchando a la Roma, dejando 30 'kilos' más bonus en la caja. Hasta aquí todo bien. El problema llegó cuando el ucraniano, en su presentación como nuevo jugador del club de la capital de Italia, se refirió de forma poco agradable al Girona.
Las declaraciones de Artem Dovbyk
En una entrevista con los medios oficiales del club, el delantero explico por qué se había decantado por fichar por la Roma y no seguir en el Girona. ''Será distinto. El Girona es un equipo pequeño en España; la Roma, una entidad muy importante en Italia con mucha historia. No será lo mismo. Sé que habrá presión, pero el fútbol sin presión, no es fútbol'', proclamó.
Y estas declaraciones, evidentemente, no han sentado nada bien a los aficionados del Girona, que estaban dispuestos a guardar un recuerdo especial del futbolista. No estuvo nada acertado Dovbyk en sus declaraciones, empequeñeciendo su señorío y elegancia.
No podrá coincidir con el Girona la próxima temporada, al menos no de primeras, porque su nuevo equipo, la Roma, participará en la segunda competición europea, la Europa League. Mientras, los catalanes formarán parte del cuadro principal de la Champions League, el torneo más prestigioso del mundo.