El presente es un verano importantísimo en el devenir del Celta de Vigo. Son varias ya las temporadas en las que los celestes se han estancado en la zona medio baja de la clasificación y la amenaza del descenso se ha convertido en casi rutinaria. Han logrado salvarse por los pelos, pero no quieren vivir más en esta sombría realidad.
Todo el entorno del Celta está dispuesto y preparado a dar un pasito adelante y volver a ver al equipo vigués batallando por retos más ambiciosos. Y parece que Claudio Giráldez se ha consagrado como el líder de este nuevo movimiento celtiña. Pero no sólo basta con eso, hacen falta también fichajes.
Y, de momento, parece que la directiva está cumpliendo, pues han llegado algunos futbolistas de mucha entidad. Por ejemplo, se han pagado 7 millones por Unai Núñez, que ya estuvo cedido el pasado curso, y se ha conseguido el préstamo de Borja Iglesias para suplir la importante baja de Jorgen Strand Larssen. Sin embargo, esto no es suficiente.
El centro del campo es también una parcela que la entidad viguesa necesita reforzar como sea. Y han sonado algunos nombres de amplio prestigio, como el de Santi Comesaña o como el de James Rodríguez, quien finalmente ha declinado recalar en Balaídos. Ahora, el que parece más cerca de llegar es el exbarcelonista Ilaix Moriba, que aterrizaría en el noroeste español en calidad de cedido.
Ilaix Moriba, de cesión en cesión y tiro porque me toca
En verano de 2021, el prometedor centrocampista del Barça B que ya había debutado con el primer equipo tomó la decisión de abandonar la entidad azulgrana para afrontar su primera gran aventura en el fútbol europeo. Tenía 18 años y unas ganas terribles de comerse el mundo. Pero ahora, tres años después, la sospecha de que tomó la decisión menos acertada sigue cogiendo fuerza.
La realidad es que, en caso de concretarse su préstamo al Celta, supondría su cuarta cesión ya en cuatro temporadas. Los primeros seis meses los pasó en el RB Leipzig, pero en invierno de la 2021/22, el Valencia se lo llevó a Mestalla. En la capital del Túria no le fue del todo mal y repitió cesión durante toda la 2022/23.
De nuevo, la primera parte de la temporada 2023/24 la invirtió en el Red Bull Arena, pero no convenció al cuerpo técnico liderado por Marco Rose y en el mercado invernal volvió a salir prestado. Lo hizo, en este caso, al Getafe, donde volvió a coincidir con uno de sus entrenadores del Valencia, José Bordalás. Como azulón pudo disputar 14 duelos, en los que logró repartir dos asistencias y reencontrarse con las buenas sensaciones.
Y este verano parece que la historia va a repetirse. Ilaix Moriba no está logrando asentarse en ningún equipo ni adquirir la estabilidad que cualquier futbolista necesita para avanzar en su carrera. De hecho, ni siquiera ha participado en ninguno de los dos amistosos que el RB Leipzig ha disputado hasta la fecha. En el equipo teutón debe competir con centrocampistas del nivel de Nicolas Seiwald, Amadou Haidara, Kevin Kampl, Assan Ouédraogo o incluso con dos prometedores futbolistas del filial, Faik Sakar y Viggo Gebel.