En las últimas semanas, los embalses de las conques internes de Catalunya han registrado niveles preocupantemente bajos. La sequía prolongada había llevado las reservas a cifras alarmantes, con una media inferior al 20 %. Sin embargo, las últimas actualizaciones traen un respiro inesperado y mejoran ligeramente las previsiones.
Según los datos actualizados de la Agència Catalana de l’Aigua del 15 de diciembre, la situación ha dado un giro considerable. Las reservas totales han subido al 34,01 %, un aumento significativo en comparación con los días anteriores. Esta mejora, aunque insuficiente para salir de la emergencia, refleja los efectos de las recientes lluvias y optimiza la gestión del recurso hídrico.
Un aumento generalizado en los principales embalses
Los embalses más importantes de las cuencas internas han visto una ligera recuperación en sus niveles. Entre ellos, destaca el caso del embalse de Sau, que ha subido hasta el 18,79 % de su capacidad, frente al 11,23 % de hace apenas un año. También sobresale la mejora en el embalse de Susqueda, con un 35,31 % de reservas actuales, aunque todavía lejos de su media histórica.
El embalse de la Baells, con un 60,02 %, se encuentra en una posición más optimista, situándose entre los mejor conservados. Mientras tanto, la Llosa del Cavall alcanza un 35,58 %, doblando su nivel respecto a fechas pasadas. Por otra parte, embalses menores como Siurana y Riudecanyes aún muestran cifras críticas, con apenas un 9,57 % y un 22,65 %, respectivamente.
La presión sobre las reservas persiste
A pesar de la leve recuperación, los embalses continúan por debajo de los niveles históricos habituales. En una situación de normalidad, estos embalses deberían registrar valores cercanos al 70 %. Actualmente, la diferencia respecto a la media de los últimos cinco años sigue siendo significativa.
Los 700 hm³ de capacidad total apenas alcanzan unos 236,20 hm³ actuales, lo que obliga a mantener las medidas de ahorro de agua. Según los datos, las reservas totales en la misma fecha del año pasado eran de un 17,41 %. Lo que muestra que, aunque la situación sigue siendo grave, la tendencia ha cambiado levemente.
Las lluvias recientes, clave en la mejora
El aumento en los niveles responde, en gran medida, a las lluvias registradas en los últimos días. Estas precipitaciones han permitido una recuperación generalizada, especialmente en embalses de mayor capacidad como Susqueda y la Baells. Sin embargo, la previsión meteorológica para las próximas semanas no asegura una continuidad en estas mejoras.
La Agència Catalana de l’Aigua sigue monitorizando la situación a diario, actualizando los datos cada mediodía. Se espera que nuevas medidas de control y ahorro se mantengan hasta lograr niveles más sostenibles.
A pesar del alivio que suponen estos datos, la emergencia hídrica sigue vigente en Catalunya. Los embalses han ganado algo de capacidad, pero la sequía prolongada continúa siendo un desafío. Las autoridades recomiendan seguir haciendo un uso responsable del agua para evitar que los embalses regresen a niveles críticos en los próximos meses.