La sequía sigue siendo una de las grandes preocupaciones en Catalunya. Con reservas históricamente bajas, los embalses se han convertido en termómetros críticos de la situación hídrica. Las primeras lluvias de la temporada han comenzado a notarse, aunque el camino hacia una recuperación plena aún parece largo. En este contexto, algunos embalses ofrecen señales de mejoría que traen algo de esperanza.
Las reservas actuales en las cuencas internas de Catalunya se sitúan este 9 de diciembre en un 34,11%, según los últimos datos de la Agència Catalana de l’Aigua. Aunque aún lejos de la media de los últimos cinco años, que se encuentra en un 52%, es un avance respecto a los preocupantes niveles del año pasado. A esta fecha en 2023, las reservas estaban en un 17,60%. Este incremento no solo evidencia el impacto de las lluvias recientes, sino que también refuerza la importancia de seguir gestionando el agua con cuidado.
Susqueda y Sant Ponç, los focos positivos
Dos embalses destacan por su recuperación. El embalse de Susqueda, en la comarca de la Selva, ha alcanzado el 34,81% de su capacidad, con 81,12 hm³ de agua almacenada. Comparado con los datos de hace un año, cuando estaba al 18,85%, la diferencia es notable, casi duplicada. Por otro lado, el embalse de Sant Ponç, en el Solsonès, muestra una recuperación aún más significativa, situándose en un 47,33%, muy por encima del 27,91% de 2023. Este nivel actual representa 11,54 hm³ de su capacidad total, que es de 24,38 hm³.
El embalse de Susqueda es vital, ya que abastece a varias localidades del área metropolitana de Barcelona. La mejora en sus niveles es crucial para garantizar el suministro urbano e industrial en la región. Por su parte, Sant Ponç, más pequeño, tiene un rol importante en el abastecimiento agrícola y en la regulación de caudales en la zona.
A pesar de la mejoría, los embalses aún están lejos de las medias de los últimos cinco años. Por ejemplo, Susqueda solía registrar alrededor de 131,95 hm³ en esta época. Sant Ponç, por su parte, tenía como promedio 16,69 hm³. Estos datos subrayan que, aunque positivos, los avances son insuficientes para cantar victoria.
La importancia de seguir atentos
Aunque las lluvias recientes han dado un respiro, la recuperación hídrica de Catalunya depende de factores como la continuidad de las precipitaciones y una gestión eficiente. La ciudadanía debe mantenerse informada, especialmente en épocas de lluvias, para entender cómo afecta el clima a las reservas de agua. El ahorro y la conciencia siguen siendo pilares fundamentales en la lucha contra la sequía.
Las previsiones a medio plazo indican lluvias esporádicas en algunas zonas, pero es incierto si serán suficientes para elevar significativamente los niveles de los embalses. Por ahora, las mejores noticias provienen de Susqueda y Sant Ponç, pero el panorama general sigue exigiendo cautela y planificación.