La atmósfera en Catalunya continúa en plena transformación, marcada por una secuencia de jornadas meteorológicamente agitadas que están alterando la dinámica estival. Tras un miércoles especialmente activo, con tormentas intensas previstas en numerosos puntos del territorio, el Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat) ha actualizado su previsión de medio plazo, confirmando que la inestabilidad no sólo se mantiene, sino que se redistribuye y se reorganiza, afectando a nuevas áreas y anunciando un giro claro en las temperaturas.
Tormentas localizadas y montaña como epicentro de la actividad
El nuevo pronóstico de Meteocat, acompañado de mapas actualizados, deja claro que jueves y viernes seguirán siendo días marcados por la inestabilidad atmosférica, aunque con características distintas respecto al primer pico tormentoso del miércoles. Si bien la probabilidad de lluvias disminuye ligeramente, el riesgo sigue presente, con especial incidencia en las zonas de montaña del interior y el prepirineu.
Durante el jueves, se espera que los chubascos se concentren de nuevo en áreas del interior de Tarragona, el prelitoral central, el noreste del país y parte del Camp de Tarragona, tal como ya había advertido el meteorólogo Francesc Mauri. La actividad tormentosa tendrá carácter local, pero podría dejar episodios de más de 30 mm en cortos períodos de tiempo, en línea con los umbrales de aviso del plan INUNCAT.

El viernes, aunque se prevé una reducción en la intensidad y extensión de las precipitaciones, todavía se mantendrá el riesgo de tormentas de evolución diurna en áreas elevadas, especialmente en el Pirineu oriental y el interior de Girona y Barcelona. Según Meteocat, estas tormentas tenderán a desaparecer al acercarse el fin de semana.
La temperatura cae con claridad: cambio de patrón confirmado
Una de las consecuencias más evidentes de este episodio es la bajada de las temperaturas, que ya ha comenzado a notarse en cotas altas y que se acentuará entre jueves y viernes. En puntos del Pirineu, la temperatura a 3.000 metres podría rozar los 0 ºC, según datos modelizados del Pica d'Estats. En el resto del país, los valores también bajarán entre 4 y 6 ºC respecto al inicio de semana, ofreciendo un respiro térmico que muchos agradecerán.
Este descenso térmico no es anecdótico: representa un cambio de patrón atmosférico que podría mantenerse durante el fin de semana. De hecho, Meteocat apunta a que el sábado será una jornada más estable, con más sol en general, aunque sin descartar del todo la aparición de nubosidad residual en sectores del interior.
Regiones menos afectadas y vigilancia activa en puntos sensibles
Las zonas que han quedado más al margen del grueso de la actividad tormentosa —como el extremo sur, el Ponent o la Vall d’Aran— seguirán en principio con menos afectación, aunque el modelo de precipitación acumulada de AEMET para el este peninsular advierte de posibles tormentas fuertes en áreas próximas, con riesgo de granizo de gran tamaño. Esto obliga a mantener el seguimiento activo incluso en las comarcas donde la previsión indica menor riesgo.
En paralelo, las agencias hidrológicas como la ACA y la CHE mantienen su atención sobre el comportamiento de ríos, rieras y cuencas menores, especialmente después de las lluvias intensas del miércoles. Aunque no se espera que se superen los umbrales de desbordamiento, sí existe posibilidad de crecidas rápidas en entornos mal drenados o altamente urbanizados.