Los desprendimientos en zonas montañosas durante fuertes temporales representan un grave peligro para quienes viven o transitan cerca de estas áreas. Cuando se producen lluvias intensas o fuertes temporales, el terreno se satura de agua, lo que disminuye la estabilidad de las rocas y el suelo. Este exceso de humedad actúa como lubricante en las capas superficiales y subterráneas, facilitando que bloques de piedra o tierra se deslicen, desprendiéndose de la montaña y cayendo con gran fuerza.
La velocidad y el peso de estos materiales en movimiento pueden arrasar con carreteras, destruir viviendas y poner en riesgo a personas que, en muchos casos, quedan atrapadas o sin escapatoria. Además de las condiciones climáticas, factores como la deforestación, la erosión y la actividad sísmica pueden agravar el riesgo de desprendimientos. Las zonas más expuestas, como laderas empinadas o áreas cercanas a ríos de montaña, sufren más cuando hay fuertes lluvias.
Ya que el suelo carece de la capacidad de absorber el agua necesaria para estabilizar el terreno. En consecuencia, se hace totalmente imprescindible la implementación de sistemas de alerta temprana y el monitoreo continuo en épocas de lluvias intensas para reducir el riesgo de accidentes. Ahora, Catalunya ha visto como el fuerte temporal que está afectando a Valencia ha llegado el país, y ha empezado a mostrar sus primeras consecuencias con desprendimientos de este estilo.
Cortada a raíz de las lluvias
La carretera de Can Massana, la BP-1103, está cortada por desprendimientos de la montaña como consecuencia de las lluvias. El corte afecta desde el km 0 hasta el km 12 de la vía, a la altura del monasterio. Los Mossos d'Esquadra derivan el tráfico y obligan a los conductores a dirigirse hacia la carretera BP-1121, que comunica Monistrol de Montserrat con el Monasterio.
La estación meteorológica de Montserrat lleva registrados 22,7 litros de agua por m2. Se da el caso de que la carretera ya sufrió un corte el pasado 17 de octubre por un corrimiento de tierras. La vía tuvo que cortarse en ambos sentidos de la marcha.
Este tipo de incidentes se vuelve más frecuente durante temporales intensos, ya que las lluvias provocan el deslizamiento de las laderas en terrenos montañosos, lo que aumenta el riesgo de accidentes. La situación obliga a extremar las precauciones y seguir las indicaciones de las autoridades para evitar cualquier peligro.
Mientras tanto, se recomienda a los conductores buscar rutas alternativas y estar atentos a futuras actualizaciones de Trànsit sobre la reapertura de la carretera. La medida subraya la importancia de la seguridad en zonas naturales y montañosas, especialmente en épocas de inclemencias climáticas. Ante estos episodios de fuertes precipitaciones, las autoridades han informado a la población que evite usar sus vehículos y salir de casa si no es del todo necesario.