Se está terminando el verano, pero no por eso el riesgo de incendio. Las temperaturas han descendido y también han aumentado las lluvias, pero no en todos los territorios de Catalunya. Si nos fijamos en las estadísticas descentralizadas, comarcas como el Priorat, Garrigues, Conca de Barberà, Segrià, Urgell, Segarra, etc, han sufrido y siguen sufriendo los efectos de la sequía.
Desafortunadamente, hoy tenemos que lamentar un incendio en la Sierra de Montsant. Los Bomberos han dado el primer aviso a través de sus redes sociales a las 15:03h. Dicen que la estrategia es atacar el flanco izquierdo. De momento, se están quemando pinos y vegetación baja. El municipio más afectado es el de Cabassers.
22 dotaciones de bomberos terrestres y aéreas están trabajando para apagar las llamas y devolver el pueblo de Cabassers a la normalidad. Los vecinos de la zona confían en la gran labor de los bomberos para poder sofocar el fuego.
Pocas lluvias en la Catalunya central y en el interior de Tarragona y Lleida
Los embalses de las cuencas Ter-Llobregat mejoraron antes del verano y la Generalitat pudo relajar medidas contra particulares y empresas. Zonas de Girona y Barcelona, donde hasta el momento habían sufrido muchos días sin agua, volvieron a recuperar la normalidad. Sin embargo, poco se habló de las zonas en las que seguían las restricciones que afectaban (y siguen afectando) a agricultores, ganaderos y viticultores.
Incendios recientes
En la comarca del Priorat, recientemente se registró un incendio forestal que afectó principalmente a las localidades de La Figuera y La Vilella Baixa. Este incendio empezó en una zona de difícil acceso y obligó al confinamiento de alrededor de 330 personas de ambas localidades debido a la cantidad de humo y la cercanía de las llamas. Las condiciones meteorológicas, con altas temperaturas y fuertes vientos, complicaron las labores de extinción.
El fuego quemó unas 17 hectáreas de masa forestal, afectando particularmente el Espacio Natural Protegido del Pas de l'Ase. Para controlar el incendio, se movilizaron más de 40 dotaciones de bomberos, apoyadas por helicópteros y aviones.
Afortunadamente, las llamas fueron estabilizadas en pocas horas y la labor de los bomberos se centró en extinguir los focos secundarios. Se cortaron varias carreteras en la zona para facilitar las tareas de extinción y se activó un protocolo de emergencia para incendios forestales en Catalunya, conocido como Plan INFOCAT.