Un nuevo golpe sacude las carreteras catalanas. Esta vez, la tragedia ha tenido lugar en la C-13, a la altura de Vilanova de la Barca, en la comarca del Segrià. Un trabajador de mantenimiento viario, de 61 años, ha perdido la vida este miércoles 9 de julio tras ser atropellado por un camión ligero mientras realizaba sus labores en el arcén de la vía.
Un accidente que vuelve a poner el foco en la seguridad vial
El accidente se produjo en torno a las 9 de la mañana en el kilómetro 16 de la carretera C-13. Según ha informado el Servei Català de Trànsit (SCT), por causas que todavía se están investigando, un camión ligero impactó contra el operario mientras este trabajaba en la vía.
Los Mossos d'Esquadra recibieron el aviso rápidamente y se desplazaron hasta el lugar del siniestro junto a tres unidades terrestres del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM). En un primer momento, los servicios de emergencia intentaron reanimar al trabajador con maniobras de reanimación cardiopulmonar.
A pesar de los esfuerzos, la gravedad del impacto obligó a su traslado urgente al Hospital Arnau de Vilanova, donde lamentablemente se confirmó su fallecimiento.
El conductor del camión, ileso pero en shock
El conductor del camión implicado en el accidente resultó ileso, aunque visiblemente afectado por lo sucedido. No han trascendido detalles sobre su estado anímico ni sobre las posibles causas del atropello. Las autoridades han abierto una investigación para esclarecer los hechos y determinar si hubo alguna negligencia o fallo mecánico.
El siniestro provocó el corte total de la C-13 durante varias horas, obligando a desviar el tráfico por el interior de Vilanova de la Barca. Una vez se completaron las tareas de asistencia y se retiraron los vehículos implicados, la circulación quedó restablecida.
Una muerte que se suma a una estadística preocupante
Con esta víctima, ya son 77 las personas que han perdido la vida en las carreteras catalanas en lo que va de 2025. Una cifra alarmante que refleja la necesidad de reforzar las políticas de seguridad vial, especialmente en lo que respecta a la protección de los trabajadores que desempeñan funciones en las vías.
A pesar de los protocolos de señalización, muchas veces dependen del buen hacer de los conductores y de que estos respeten los límites de velocidad y la distancia de seguridad. La tragedia de hoy es un nuevo recordatorio de que una mínima distracción puede tener consecuencias irreversibles.
Un homenaje pendiente a los que cuidan nuestras carreteras
El fallecido, cuya identidad no ha sido revelada por respeto a la familia, llevaba años dedicado al mantenimiento de carreteras. Sus compañeros y allegados lo describen como un profesional responsable y comprometido. Una vida truncada por un descuido. Una familia rota. Un llamado urgente a la responsabilidad en la carretera.
Desde las instituciones, se ha expresado el pésame a los familiares del trabajador fallecido. Asimismo, se ha vuelto a reclamar una revisión de los protocolos de seguridad y una mayor concienciación ciudadana sobre la importancia de extremar las precauciones cuando se circula por zonas en obras o con operarios trabajando.