Muerte en Pedraforca

Tragedia en la montaña: Fallece un catalán de 65 años al caer a 3.000 metros de altura

Su cuerpo sin vida fue encontrado en la noche del domingo

Las jornadas de montaña pueden convertirse en una experiencia inolvidable, tanto por la belleza de sus paisajes como por el reto físico y mental que implican. Sin embargo, a menudo esconden un nivel de riesgo que solo los expertos conocen realmente. Cuando cae la tarde y las cumbres del Pirineo empiezan a teñirse de tonos fríos, cada decisión, cada paso, puede marcar la diferencia entre el éxito y la tragedia.

Un accidente mortal en uno de los picos más altos del Pirineo

El pasado lunes por la noche, la alarma se disparó en uno de los enclaves más exigentes de la cordillera pirenaica: la cresta del Pico Russell, ubicada en el Parque Natural Posets-Maladeta, en el término municipal de Benasque (Huesca). Un montañero de 65 años, natural de l’Hospitalet de Llobregat (Barcelona),  perdió la vida tras precipitarse desde más de 3.000 metros de altitud mientras realizaba una travesía de alta montaña.

Según datos confirmados por la Guardia Civil, el aviso llegó al 112 poco antes de las diez de la noche, concretamente a las 21:55 horas. La información inicial alertaba de la caída de un excursionista en plena cresta, una de las más apreciadas pero también peligrosas para los aficionados a la montaña. Rápidamente, el operativo de rescate movilizó al Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de Benasque, junto a la Unidad Aérea y un sanitario del 061.

Pico Russell, en Posets Maladeta
Pico Russell, en Posets Maladeta | RTVE

El despliegue, realizado en condiciones complicadas y con escasa luz, permitió localizar el cuerpo sin vida del hombre, cuyas heridas eran incompatibles con la supervivencia. A las 22:35 horas, el helicóptero trasladó el cuerpo a la helisuperficie de Benasque, donde fue entregado a los servicios funerarios.

Un fin de semana negro en el Pirineo aragonés

Este suceso se suma a una cadena de intervenciones que han puesto a prueba a los equipos de rescate durante todo el fin de semana en el Pirineo aragonés. Solo el lunes, la Guardia Civil atendió otros cinco rescates con heridos de diversa consideración: desde senderistas lesionados en Ordesa y Góriz, hasta un parapentista francés accidentado en Ancilles, una barranquista con una lesión de tobillo en el barranco de la Peonera y otra senderista exhausta en la muralla de Finistres.

La acumulación de accidentes en una sola jornada refleja tanto la popularidad de estas rutas como la exigencia que imponen a quienes se aventuran en ellas. No es casualidad que el Parque Natural Posets-Maladeta, con cumbres que superan los 3.000 metros y crestas tan espectaculares como la del Pico Russell, figure cada año entre los puntos negros para el rescate en alta montaña.

Más allá de los datos y la crónica de la tragedia, el accidente ocurrido en Benasque vuelve a poner sobre la mesa el eterno debate sobre la seguridad en la montaña. Las autoridades y expertos insisten en la importancia de la prudencia y la preparación técnica antes de emprender actividades en zonas de alta dificultad. La montaña, advierten, no perdona errores y las condiciones pueden cambiar de manera drástica en cuestión de minutos.

Además, el perfil del fallecido, un excursionista experimentado de 65 años, recuerda que el riesgo no entiende de edad ni de veteranía: basta un descuido o un contratiempo para que la jornada más prometedora se convierta en la peor de las pesadillas.