No va a sorprender a nadie, pero Rodalies vuelve a ser noticia por retrasos y cortes en sus trenes. El chicle sigue estirándose y cada día la situación se torna más insostenible. Y, por supuesto, el malestar de la población se mantiene in crescendo, hasta el punto ahora de rozar lo intolerante.
Una incidencia paraliza la movilidad de miles de usuarios
La mañana del 1 de julio ha estado marcada por un nuevo episodio de caos en la red de Rodalies de Catalunya. A primera hora, una incidencia en la infraestructura ferroviaria ha obligado a interrumpir por completo la circulación de trenes en la línea R3, concretamente en el tramo comprendido entre las estaciones de Fabra i Puig y Montcada Ripollet. Según han informado fuentes oficiales a través de los canales de Rodalies y Adif, el problema se ha localizado en la estación de Montcada Bifurcació, un punto estratégico del sistema ferroviario del área metropolitana de Barcelona.
El corte total en este tramo ha obligado a Renfe a activar un servicio alternativo por carretera, intentando así paliar el impacto entre los pasajeros afectados. Además, como medida complementaria, los viajeros de la R3 han sido derivados a la línea R4 entre L'Hospitalet de Llobregat y Fabra i Puig para garantizar el acceso a la ciudad. Esta solución de urgencia, aunque necesaria, ha provocado una gran acumulación de viajeros y ha dificultado la movilidad habitual en la zona norte de Barcelona.

Retrasos y malestar en la R4 y R7: la indignación crece
La incidencia en Montcada Bifurcació no solo ha afectado a la línea R3. Según los avisos publicados por Rodalies, las líneas R4 y R7 también han sufrido retrasos significativos que han superado con creces los veinte minutos previstos en las primeras comunicaciones. A medida que avanzaba la mañana, los viajeros expresaban en las redes sociales su descontento, relatando esperas de hasta cuarenta minutos, trenes saturados y falta de información clara sobre la evolución del problema.
Algunos usuarios se han quejado abiertamente de la situación, denunciando que el tren de las 8:01 no pasó por determinadas estaciones, y que el siguiente tren fue insuficiente para absorber la cantidad de personas acumuladas en los andenes. Otros han criticado la falta de aire acondicionado, la poca previsión y la sensación de resignación general ante unas incidencias que, según afirman, son cada vez más habituales en el servicio de Rodalies.
La propia operadora ferroviaria ha ido actualizando la información en sus perfiles oficiales, avisando de que los trenes de la R3 solo iniciaban y finalizaban recorrido en Montcada Bifurcació, e instando a los pasajeros a utilizar la R4 como alternativa. Los técnicos de Adif han trabajado desde primera hora para reparar la avería, aunque sin poder evitar los efectos colaterales en forma de retrasos, aglomeraciones y nerviosismo entre los usuarios.
Montcada Bifurcació es uno de los puntos neurálgicos de la red ferroviaria de Rodalies, donde confluyen varias líneas que comunican Barcelona con el Vallès, el Maresme y el interior de Catalunya. No es la primera vez que una incidencia en esta estación paraliza el servicio y provoca reacciones airadas entre los usuarios, que ven cómo las demoras y los cortes temporales se repiten con preocupante frecuencia.