Tragedia en el incendio de La Segarra

El terrible incendio de Torrefeta acaba de la peor manera: Encuentran cadáveres

El fuego ha llegado a afectar más de 5.000 hectáreas repartidas en tres comarcas

Cuando la naturaleza desata su furia, a menudo deja tras de sí un rastro de destrucción que cuesta dimensionar. En las últimas horas, un episodio extremo ha alterado la tranquilidad de miles de personas, obligando a activar los servicios de emergencia y a mantener en vilo a buena parte de la población de tres comarcas de interior. Lo que comenzó como una alerta por un gran incendio agrícola pronto se transformó en una situación límite, marcada por el temor, la incertidumbre y, finalmente, la tragedia.

Un fuego sin precedentes: velocidad, pirocúmulo y desalojos masivos

El incendio se originó durante la tarde en Torrefeta, en la comarca de la Segarra, y rápidamente  adquirió dimensiones nunca antes vistas en la zona. Según los responsables de Bombers de la Generalitat, el fuego avanzó a una velocidad punta de hasta 30 kilómetros por hora, una cifra excepcional incluso a escala europea.

Las ráfagas de viento, que en algunos momentos superaron los 120 km/h, y las altísimas temperaturas propiciaron un escenario de extrema peligrosidad. La columna de humo y cenizas —un auténtico pirocúmulo— alcanzó los 19.000 metros de altura, un fenómeno meteorológico de enorme impacto visual que se pudo divisar a decenas de kilómetros de distancia, incluso en la ciudad de Lleida y en territorio aragonés. Es el más alto jamás visto en Catalunya.

Camión de bomberos rojo con la palabra
Bombers de Catalunya | ACN

El fuego, que arrasó rápidamente unas 5.000 hectáreas de terreno agrícola y zonas rurales, obligó a confinar durante varias horas a unas 20.000 personas. Los municipios afectados incluyeron artesas de Segre, Ponts, Agramunt, Guissona, Oliola, Sanaüja y Torrefeta, además de otros núcleos menores. A última hora de la tarde, la situación alcanzó su momento más crítico, superando la capacidad de respuesta de los equipos de extinción y generando escenas de gran tensión, con desalojos preventivos y cortes de carreteras como la C-14 entre Tàrrega y Artesa.

Hallazgo trágico en el perímetro del incendio

La noticia más devastadora llegó en paralelo a las tareas de estabilización del incendio. Equipos de extinción  localizaron los cuerpos sin vida de dos personas junto a un vehículo en un camino próximo a Coscó, un pequeño núcleo perteneciente a Oliola (Noguera), cerca de la localidad de Agramunt (Urgell).

Aunque las autoridades aún trabajan en la identificación oficial de las víctimas, las primeras informaciones del Segre apuntan a que se trataría de un ganadero de unos 30 años y uno de sus trabajadores. Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación para esclarecer las circunstancias exactas de su muerte, mientras la consellera d’Interior, Núria Parlon, confirmaba el peor desenlace durante una comparecencia ante los medios.

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, expresó públicamente su consternación y trasladó su pésame a las familias afectadas, al tiempo que pidió máxima prudencia y respeto a las indicaciones de los servicios de emergencia. Desde el primer momento, el operativo ha contado con la colaboración activa de la población local y del sector agrícola, fundamental para apoyar a los bomberos en las labores de control.

Impacto, causas y consecuencias de un incendio extremo

La virulencia del incendio de Torrefeta y Florejacs ha sido catalogada como propia de un fuego de sexta generación, según han explicado los responsables de emergencias. Este término hace referencia a aquellos incendios en los que la combinación de temperatura, viento y sequía genera condiciones tan extremas que superan los medios convencionales de extinción. El fenómeno del pirocúmulo, la velocidad de propagación y el comportamiento errático del frente de llamas marcaron la actuación de los equipos, que en ocasiones vieron superada su capacidad de respuesta.

La mayor parte de la superficie calcinada corresponde a terrenos agrícolas y espacios naturales protegidos, como el Espai Natural Valls del Sió-Llobregós. Aunque no se han registrado daños en grandes estructuras urbanas, sí han resultado afectadas granjas, almacenes y otras edificaciones rurales. Afortunadamente, tras una intensa lucha durante la noche y gracias a la llegada de lluvia, el incendio pudo ser estabilizado cerca de las once de la noche, permitiendo levantar las órdenes de confinamiento en los municipios afectados.

En cuanto a las causas, las primeras investigaciones apuntan a que el incendio podría haberse originado por la actividad de una máquina recolectora, si bien este extremo deberá ser confirmado por los técnicos de los Agents Rurals, quienes mantienen abiertas varias líneas de investigación.