Una jornada aparentemente tranquila se vio bruscamente interrumpida por el avance implacable de las llamas. El espeso humo negro, visible desde varios puntos, alertó sobre una emergencia que requirió una movilización inmediata y contundente de los servicios de extinción.
El incidente, protagonizado por un vehículo de grandes dimensiones, desató un operativo complejo en un entorno rural donde el riesgo de propagación era extremadamente alto. La serenidad del paisaje campestre quedó rota por el ulular de las sirenas y la frenética actividad de los equipos de emergencia.
El suceso tuvo lugar este martes, 26 de agosto, en el término municipal de Solsona, en la provincia de Lleida. La alerta se recibió en el teléfono de emergencias 112 en torno a las 13:00 horas, informando del incendio de un camión que transportaba un cargamento altamente inflamable.

Se trataba de balas de paja, un material que, una vez en combustión, presenta enormes dificultades para su extinción. De inmediato, se activaron hasta seis dotaciones de los Bombers de la Generalitat. Se desplazaron al lugar para hacer frente a una situación de considerable peligro.
Una compleja operación en pleno campo
La intervención de los bomberos fue mucho más allá de la simple aplicación de agua sobre las llamas. Dada la naturaleza del material y la ubicación del siniestro, en medio de un campo, el riesgo de que el fuego se extendiera a la vegetación circundante era la principal preocupación.
Por ello, los equipos de extinción tuvieron que desplegar una estrategia doble para contener la amenaza. Fue necesaria la utilización de maquinaria pesada para colaborar en las tareas y asegurar el perímetro del incendio.
Con la ayuda de un vehículo especializado, los bomberos labraron la tierra del campo alrededor del camión afectado. Esta acción creó un cortafuegos eficaz, una barrera que impidió la continuidad del fuego y protegió el resto del terreno.
Simultáneamente, otras dotaciones se centraron en el foco principal. Los efectivos tuvieron que esparcir las balas de paja en llamas para deshacer su compactación, facilitando así que el agua de las líneas pudiera penetrar y apagar el fuego desde el interior, un método crucial en este tipo de incendios.
El conductor del vehículo, atendido por los servicios de emergencia
En medio del caos y la tensión del operativo, la prioridad fue también atender a las posibles víctimas. El conductor del camión siniestrado, único ocupante del vehículo, necesitó asistencia sanitaria en el mismo lugar de los hechos.

Una unidad del Servei d'Emergències Mèdiques (SEM) se desplazó para valorar su estado. Tras una primera atención, el hombre fue estabilizado, confirmándose que era la única persona que había resultado herida a consecuencia del violento incendio que calcinó por completo la carga y afectó gravemente al camión.
Los incendios que involucran balas de paja son particularmente temidos por los cuerpos de extinción. La paja seca no solo arde con gran rapidez, sino que su estructura compacta permite que el fuego se mantenga activo en su interior durante horas, incluso cuando la superficie parece apagada.