La mañana de este viernes comenzó con escenas de desconcierto en las principales estaciones de Barcelona. Muchos viajeros, dispuestos a afrontar su rutina laboral o académica, se encontraron con un panorama poco alentador, aunque tristemente habitual, en los paneles de información. Sin previo aviso, varios trenes mostraban retrasos considerables o incluso cancelaciones.
Con el paso de los minutos, las aglomeraciones en los andenes se intensificaron. Personas que habían llegado con tiempo suficiente se vieron atrapadas en un entorno incierto, pendiente de anuncios por megafonía que no siempre aclaraban lo sucedido. Bajo ese clima, la frustración y el cansancio comenzaron a hacer acto de presencia.
![Estació de Sants Estació de Sants](/filesedc/uploads/image/post/estacion-de-sants_1200_800.webp)
Según Rodalies, la incidencia se localiza en un tramo comprendido entre Sants y Plaça Catalunya, donde solo se puede circular por una vía única. Esta limitación afecta directamente a las líneas R1, R3, R4 y R7, que han tenido que reconfigurar sus horarios y frecuencias. De esta forma, el número de trenes por hora y sentido se ha reducido de manera significativa.
En concreto, los trenes de la R1, la R3 y la R4, los que pasan por las estaciones con más masificación, tienen un servicio activo de dos trenes por hora y sentido. La R7, que, aunque no tiene parada ni en Plaça Catalunya ni en Sants, se ha visto igualmente afectada; sólo circula con un convoy cada 60 minutos. Esa es, al menos, la información oficial, pero usuarios han asegurado que la realidad es aún más catastrófica.
El cabreo es mayúsculo
Para los usuarios, la sorpresa fue importante, pues muchos desconocían la magnitud de la avería hasta que quedaron detenidos en estaciones intermedias. Los retrasos en las llegadas y los cambios de recorrido suscitaron comentarios de indignación. En algunos casos, los viajeros se vieron obligados a buscar transporte alternativo, como autobuses urbanos, vehículo privado o servicios de taxi, encareciendo y alargando aún más su desplazamiento.
Por su parte, los portavoces de Rodalies explican que se han adoptado estas medidas para minimizar el efecto de las demoras y permitir que los trenes circulen con cierta fluidez por el túnel de Plaça Catalunya. Aun así, reconocen que el tiempo de viaje se incrementará cuando los convoyes pasen por esa zona, lo que genera un trastorno generalizado. De hecho, se han programado servicios complementarios que salen o llegan a la Estació de França para aliviar algo de presión.
Técnicos de Adif se encuentran trabajando en la reparación de la incidencia, cuyo origen aún no ha sido especificado en detalle. Mientras tanto, las pantallas de información se actualizan de forma intermitente, provocando confusión en los usuarios que esperan el próximo tren. En redes sociales, muchos han expresado su hartazgo, con mensajes críticos que incluyen frases como “Sois unos vagos incompetentes", "No tenéis vergüenza", "Cerdos", "Sencillamente os la pela", "¿Qué hemos hecho para merecer esto?" o "Sois una vergüenza de servicio", entre muchas otras muestras de evidente malestar.