Un hombre con traje se cubre el rostro con la mano en una estación de tren, mientras un símbolo de advertencia aparece sobre la imagen.

Retrasos importantes en Rodalies por robo de cable: Cabreo masivo de los usuarios

Esta línea ferroviaria ya sufrió incidencias en la jornada de ayer

En los últimos días, miles de viajeros han comenzado la jornada enfrentándose a una situación que, lamentablemente, ya se ha convertido en habitual en una de las principales redes de trenes de cercanías. Hoy la paciencia de los usuarios se ha vuelto a poner a prueba por una nueva incidencia, con retrasos que han afectado de forma notable a los desplazamientos y han generado un profundo malestar en la ciudadanía.

Un robo que paraliza la línea y genera colapso

El suceso que ha desencadenado la indignación de los usuarios se ha producido a primera hora de esta mañana, cuando los trenes han empezado a circular con demoras que, según las primeras informaciones, pueden superar los 25 minutos. El motivo: un robo de cable registrado entre dos de las estaciones clave de la red, lo que ha afectado directamente a la circulación de los convoyes y ha obligado a intervenir a los equipos técnicos responsables del mantenimiento.

Según la información oficial difundida a través de los canales de Rodalies y confirmada por fuentes de Renfe, el robo de cable se ha producido en el tramo comprendido entre Terrassa Estació del Nord y Castellbell i El Vilar. Esta incidencia ha provocado la alteración de los horarios habituales y largas esperas para los viajeros de la línea R4, una de las más transitadas del sistema ferroviario catalán. Técnicos de Adif se han desplazado rápidamente al lugar para intentar restablecer el servicio, pero el problema ya lleva un rato prolongándose.

Varias personas en la estación de Cerdanyola
Varias personas en la estación de Cerdanyola | ACN

Un día más de retrasos: el historial reciente de incidencias

Esta nueva avería llega después de una tarde de ayer especialmente complicada en la red, ya que durante la jornada anterior se vivieron importantes problemas en la infraestructura ferroviaria. En esa ocasión, una avería en Montcada Bifurcació, que también afectó a las líneas R3 y R7, obligó a detener la circulación de trenes durante varias horas en el tramo entre esa estación y Cerdanyola. La acumulación de incidencias en días consecutivos ha agravado aún más el enfado de los viajeros, que denuncian la falta de fiabilidad del servicio y exigen soluciones urgentes.

No es la primera vez que se producen robos de cable en la red de Rodalies, un fenómeno que suele derivar en interrupciones del servicio y que plantea serios interrogantes sobre la seguridad y la vigilancia en la infraestructura ferroviaria. Cada incidencia de este tipo supone no solo una pérdida económica por la reparación, sino un impacto directo sobre la vida cotidiana de miles de personas que dependen del tren para sus desplazamientos.

La indignación de los usuarios: “Es una vergüenza, cada día la misma historia”

El malestar generado por estos nuevos retrasos no ha tardado en plasmarse en las redes sociales, donde los mensajes de indignación se han multiplicado a lo largo de la mañana. Entre los comentarios más repetidos destacan las críticas directas a la gestión del servicio y la sensación de hartazgo ante la reiteración de los problemas.

Uno de los usuarios expresaba su frustración preguntándose por qué no hay un solo día en que el servicio de trenes funcione correctamente. Otros lamentaban tener que pagar un billete elevado para recibir, día tras día, el mismo nivel de incidencias, llegando a afirmar que es una vergüenza que Renfe “se ría en la cara de todos los viajeros en cada trayecto”. También han proliferado mensajes preguntándose por qué la incidencia se produce siempre en el mismo punto y si la reparación se realiza de forma adecuada, llegando a insinuar que podría tratarse de una chapuza.

La ironía y el escepticismo también se han hecho notar, con comentarios como “¿Otra vez? Bueno, la normalidad que ofrecéis…” o “Con lo de ayer ya tuvimos bastante”. El enfado ha ido escalando con mensajes como “Recaudan más dinero y el servicio está hecho una mierda”, o la queja, cada vez más común, de que “todas las mañanas es igual, siempre la misma cantinela, ¿alguna vez va el tren a su hora?”. Los usuarios, en definitiva, consideran que la situación es insostenible y reclaman medidas eficaces para garantizar la puntualidad y la seguridad en la red.