Una mujer de 83 años ha denunciado haber sido víctima de una agresión sexual en el ascensor de su propio edificio, en el municipio de Sant Guim de Freixenet, comarca de la Segarra. El presunto agresor, un hombre marroquí de 58 años, ha sido identificado por los Mossos d’Esquadra, pero ha quedado en libertad sin medidas cautelares, a pesar de la gravedad de los hechos denunciados.
El caso, confirmado por fuentes policiales a ElCaso.cat, ha causado estupor entre los vecinos y familiares de la víctima, especialmente tras la decisión judicial que permite al agresor seguir viviendo junto a ella, sin ninguna restricción legal.
Los hechos: una agresión en pleno ascensor
El pasado 25 de mayo, la víctima accedió al ascensor de su edificio, como cada mañana. Poco después, el hombre también subió. Según consta en la denuncia presentada por la mujer, una vez dentro del habitáculo, el agresor comenzó a tocarle los pechos y a hacerle preguntas de contenido sexual.

A pesar de que la anciana le pidió que la dejara tranquila, insistiendo en que era “una mujer mayor”, el individuo continuó con los tocamientos y las insinuaciones. La mujer no recuerda con precisión cuánto duró el episodio, pero sí pudo salir finalmente del ascensor y alertar a sus nietos, que la acompañaron a denunciar los hechos en la comisaría de los Mossos d’Esquadra en Cervera, la correspondiente para esa zona.
El agresor vive junto a la víctima
Gracias a la descripción detallada aportada por la denunciante, la policía autonómica logró identificar al autor y comprobar que vivía a escasos metros de la víctima. Se trata de un hombre de nacionalidad marroquí.

Fue citado en comisaría e informado de la investigación, quedando en libertad tras prestar declaración. La gravedad del caso llevó a los agentes a remitir un informe completo al juzgado de primera instancia de Cervera, solicitando medidas de protección para la víctima, dada la proximidad del agresor.
Sin orden de alejamiento: la decisión que ha desatado la polémica
Este lunes, 2 de junio, ambas partes comparecieron ante el juez instructor del caso. Pese a que la anciana solicitó expresamente una orden de alejamiento, el magistrado no accedió a aplicar ninguna medida cautelar. El presunto agresor sigue residiendo en el mismo entorno que su víctima, generando una situación de angustia y temor diario.
La familia de la mujer ha expresado su malestar por esta resolución, asegurando que la víctima vive con miedo constante a volver a encontrarse con su agresor. Además, han señalado que otras dos mujeres de la zona podrían haber sido víctimas del mismo individuo, aunque no se han atrevido a denunciar formalmente por miedo a represalias.
Investigación abierta por agresión sexual
El caso continúa bajo instrucción judicial como delito de agresión sexual, tipificación que en el Código Penal español también incluye tocamientos no consentidos. El juez podrá decidir en los próximos días si el caso se cierra o si avanza hacia un juicio oral, aunque por el momento no se ha dictado ninguna diligencia adicional.
Los Mossos aseguran que, aunque el hombre no tiene antecedentes previos, el testimonio de la víctima y la coincidencia con otros comportamientos podrían abrir nuevas líneas de investigación. “Estamos vigilando la situación y recogiendo cualquier información adicional”, aseguran fuentes cercanas al caso.
Un vecindario conmocionado
Sant Guim de Freixenet, una localidad tranquila del interior de Lleida, ha quedado sacudida por estos hechos. Muchos vecinos se han mostrado sorprendidos y preocupados por la falta de medidas judiciales. “No entendemos cómo puede seguir aquí, como si nada hubiera pasado”, ha dicho un vecino a medios locales.
La familia insiste en que la prioridad ahora es garantizar la seguridad emocional y física de la víctima, que a sus 83 años jamás pensó que tendría que enfrentar una situación así… y menos, sin protección alguna.