La localidad de Roses (Alt Empordà) ha vivido este miércoles un episodio de emergencia que puso a prueba los recursos de rescate en alta montaña de los Bomberos de la Generalitat. Una persona que realizaba una ruta de senderismo por un sendero ubicado bajo el Puig de l’Àliga sufrió un accidente y precisó de asistencia urgente.
El suceso, registrado alrededor de las 13:02 h, movilizó un operativo compuesto por dos dotaciones de bomberos y la unidad de medios aéreos (MAER), así como un equipo especializado del Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE). Su misión no era fácil: evacuar al herido desde un punto de difícil acceso, donde una camilla convencional no podía circular con normalidad y la extracción por tierra se antojaba demasiado arriesgada.
El accidente y los primeros auxilios
Según la información facilitada por los Bombers de la Generalitat a través de sus redes sociales, el incidente tuvo lugar cuando el senderista se encontraba en un corriol (sendero o camino estrecho) bajo el Puig de l’Àliga, zona conocida en Roses por sus subidas empinadas y vistas panorámicas. De momento no ha trascendido si el accidente se produjo por un resbalón, un tropiezo o cualquier otro motivo, pero sí se ha confirmado que la víctima, cuyo nombre no ha sido revelado, sufrió heridas que le impedían continuar su ruta a pie.
Nada más recibir la alerta a través de una llamada al teléfono de emergencias 112, los Bomberos se desplazaron a la zona para evaluar la situación. Una vez allí, constataron que el herido requería inmovilización debido a posibles lesiones en extremidades o espalda, e iniciaron las primeras asistencias sanitarias con el material médico del que disponen. El terreno escarpado y la imposibilidad de evacuar de forma convencional obligaron a plantear un rescate aéreo para ganar rapidez y seguridad.
El operativo no solo involucró a las dos dotaciones terrestres, sino también a un helicóptero de los Bomberos con personal especializado del GRAE. Estos grupos de rescate cuentan con amplia experiencia en salvamentos de alta montaña o zonas de difícil acceso, y su presencia fue clave para efectuar la extracción.
Lo primero fue inmovilizar adecuadamente a la víctima, evitando que cualquier movimiento brusco empeorara sus posibles fracturas o lesiones. A continuación, el helicóptero se situó en un área cercana, a modo de punto de extracción, mientras los efectivos procedían a asegurar al herido en una camilla especial.
El uso de la camilla y los anclajes de seguridad permitió al equipo izar a la persona con garantías, evitando un desplazamiento por tierra que habría resultado muy complicado a causa de la orografía. Con una maniobra cuidadosamente coordinada por radio, los bomberos lograron extraer al lesionado y depositarlo en el interior del helicóptero.
Desde allí, se lo trasladó hasta el parque de Bomberos de Roses, lugar habilitado en ese momento como helisuperficie y donde aguardaban los servicios sanitarios del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM). De esta forma, el afectado pudo recibir una evaluación más completa y un traslado posterior al centro médico correspondiente.