La mañana de este miércoles ha resultado especialmente complicada para miles de conductores en el área metropolitana de Barcelona y alrededores, con tres incidencias reseñables que han colapsado buena parte del tráfico. Según la información proporcionada por el Servei Català de Trànsit, un choque entre un camión y un coche en la C-55 ha obligado a cortar la vía entre Esparreguera y Olesa de Montserrat, al tiempo que se han registrado largas retenciones en la A-2 a la altura de Sant Joan Despí y en la AP-7 en el término de Barberà del Vallès.
C-55 cortada por accidente de camión y coche
El incidente que más ha disparado las alarmas se ha producido en la C-55, en el tramo que une Esparreguera y Olesa de Montserrat, donde un camión y un turismo han colisionado. La gravedad del accidente ha sido tal que las autoridades han visto necesario cortar la carretera, interrumpiendo totalmente la circulación en ambos sentidos. Hasta el momento no se dispone de datos oficiales sobre el número ni la gravedad de los heridos, pero los equipos de emergencias han acudido rápidamente al lugar para atender a los implicados y retirar los restos de los vehículos.
La Policía local, los Mossos d’Esquadra y los servicios de asistencia sanitaria han trabajado en la escena con el objetivo de habilitar al menos un carril de paso. No obstante, la complejidad de la maniobra, sumada a la necesidad de retirar el camión, ha prolongado el bloqueo de la carretera. Por ello, se recomienda a los conductores buscar rutas alternativas mientras duren los trabajos de limpieza y peritaje.
Colas en la A-2 a Sant Joan Despí
Mientras tanto, el escenario en la A-2 tampoco ha sido más benigno. Alrededor de las 8:00 h se ha producido un accidente en la zona de Sant Joan Despí, en sentido Barcelona, lo que ha provocado retenciones de hasta 8 kilómetros, a pesar de que los vehículos siniestrados ya se encontraban retirados en el arcén. El simple hecho de que la gente redujera la velocidad y el gran número de coches que circulan a esa hora punta han desencadenado importantes problemas de movilidad.
La congestión ha afectado directamente a numerosos ciudadanos que se desplazaban hacia la capital catalana. Las autoridades han recalcado la importancia de mantener la precaución, especialmente al pasar por zonas donde se han producido incidentes. Aunque el accidente ha quedado resuelto con relativa rapidez, el “efecto mirón” y la elevada densidad de tráfico han prolongado la situación de lentitud.
AP-7, 5,5 km de retención en Barberà del Vallès
El tercer foco de caos se ha localizado en la AP-7, a la altura de Barberà del Vallès, en sentido Tarragona. Un choque múltiple ha involucrado a “un par de vehículos”, según el Servei Català de Trànsit, y ha provocado 5,5 kilómetros de retención. Aunque los turismos ya habían sido retirados al arcén cuando se difundió la alerta, la caravana no ha remitido de manera inmediata debido al volumen de conductores que circulaban por ese tramo a primera hora de la mañana.
Como en los otros casos, se han personado varias dotaciones de la policía y los servicios de mantenimiento de carreteras para restablecer la normalidad, pero la gran densidad de vehículos ha hecho que el atasco se prolongase y fuese ganando en intensidad a medida que avanzaban los minutos. Se han recomendado trayectos alternativos para evitar la AP-7 en ese punto, si bien en hora punta estas vías suelen verse saturadas.