La tarde de este sábado ha estado marcada por un accidente que ha causado un fuerte impacto visual y retenciones notables en la AP-7, a la altura del municipio de l’Ametlla de Mar (Baix Ebre). Un camión frigorífico que circulaba en sentido Tarragona ha volcado en el kilómetro 297 de la vía, provocando una intensa actividad de los equipos de emergencia y alterando la circulación en pleno fin de semana.
Según la información difundida por el Servei Català de Trànsit y los Bombers de la Generalitat, el siniestro se produjo alrededor de las 15:51 h, momento en el que varias llamadas al 112 alertaron de un camión accidentado en el arcén, obstaculizando parcialmente el paso de vehículos. Al llegar las dotaciones de bomberos, pudieron confirmar que el vehículo de gran tonelaje se hallaba completamente volcado sobre uno de sus laterales, con el remolque frigorífico apoyado en la calzada y esparciendo parte de su carga sobre el asfalto.
Afortunadamente, los dos ocupantes del camión, a pesar de la aparatosidad del vuelco, no quedaron atrapados en el interior de la cabina. De hecho, lograron salir por su propio pie antes incluso de que llegaran los primeros efectivos de emergencias. Fuentes oficiales añaden que no han sufrido lesiones de gravedad, aunque ambos han sido valorados in situ por el personal sanitario del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), presente en la zona para atender cualquier eventualidad.
Uno de los principales problemas que ha provocado este suceso es la fuga de combustible originada al romperse el depósito del camión, circunstancia que hacía temer un riesgo mayor de incendios o contaminación. Para prevenir cualquier incidente adicional, los Bombers han procedido a la limpieza de la calzada, aplicando espumógeno (un producto que sella y neutraliza el vertido, evitando la inflamación del carburante). Estas tareas han resultado esenciales para garantizar la seguridad tanto de los equipos de rescate como de los conductores que debían proseguir su viaje por la AP-7.
Problemas de afectación en el tráfico de la zona
Por otro lado, la Policía y el personal de mantenimiento de carreteras han establecido desvíos para turismos y otros vehículos ligeros, intentando descongestionar al máximo la vía principal. Sin embargo, la complejidad de la maniobra de retirada del camión siniestrado ha provocado retenciones de hasta 4,5 kilómetros en sentido norte. Este atasco ha obligado a muchos usuarios de la autopista a armarse de paciencia, avanzando a paso muy lento y siguiendo las directrices de las autoridades para no agravar la situación.
El dispositivo de emergencias ha sido amplio y coordinado. Por un lado, tres dotaciones de Bombers han trabajado de forma activa para contener la fuga y estabilizar el vehículo de gran tonelaje, mientras que varios agentes de los Mossos d’Esquadra y de la Guardia Civil de Tráfico se han encargado de regular la circulación y ordenar el tráfico en tramos cercanos. Por otro, el SEM ha estado pendiente de proporcionar asistencia sanitaria si la situación lo requería, aunque finalmente no se han registrado heridos de gravedad.