Un lunes de verano (y realmente de cualquier época del año) puede comenzar con sorpresas poco agradables para quienes dependen del transporte público en sus desplazamientos. Especialmente, de Rodalies. Y hoy ha vuelto a ocurrir: la rutina diaria de cientos de pasajeros ha saltado por los aires a primera hora, en una jornada marcada por el desconcierto y la incertidumbre. Sin previo aviso, la movilidad ferroviaria ha experimentado una interrupción repentina que ha obligado a las autoridades a tomar medidas urgentes.
Incidencia en la línea Llobregat-Anoia por robo de cobre
Durante la madrugada del lunes 28 de julio de 2025, la circulación de trenes en las líneas R5 y R50 de la Llobregat-Anoia, gestionadas por Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), ha quedado completamente interrumpida entre las estaciones de Sant Vicenç Castellgalí y Manresa. El motivo de esta parada repentina ha sido el robo de cobre, un delito que se ha convertido en un grave problema para la red ferroviaria en los últimos años.
La noticia, difundida por Protecció Civil a través de su canal oficial en la red social X, ha provocado rápidamente la activación de la fase de prealerta del plan Ferrocat, el protocolo de emergencias específico para incidentes en el sistema ferroviario catalán. Esta prealerta busca coordinar todos los recursos necesarios para minimizar las consecuencias de incidencias de gran impacto como la de hoy.

Alternativas por carretera para los pasajeros
Ante la imposibilidad de restablecer el tráfico ferroviario de inmediato, FGC y Protecció Civil han puesto en marcha un plan de transporte alternativo. A los pocos minutos de declararse la prealerta, se ha habilitado un servicio de autobuses entre las estaciones afectadas, asegurando así la conexión de los viajeros mientras los equipos técnicos evaluaban y reparaban los daños provocados por el robo.
Sobre las ocho de la mañana, la fase de prealerta ha quedado desactivada, aunque el servicio alternativo por carretera continúa operativo hasta garantizar la normalización total del tráfico ferroviario. Este tipo de respuesta coordinada ha permitido reducir el impacto sobre los usuarios, aunque no ha evitado retrasos y complicaciones en pleno arranque de semana laboral.
Un delito recurrente: el robo de cobre golpea de nuevo
El robo de cable de cobre se ha convertido en una de las amenazas más persistentes para la movilidad ferroviaria en Catalunya y en toda España. Este tipo de actos vandálicos genera importantes pérdidas económicas y puede dejar miles de pasajeros sin servicio durante horas. Solo en el último año, los incidentes relacionados con el robo de cobre han obligado a suspender decenas de servicios en Rodalies y FGC, provocando frustración tanto entre usuarios como en las administraciones públicas.
Obras en Sant Vicenç de Calders
El malestar de los usuarios de Rodalies no termina con el episodio de este lunes. Durante las últimas semanas, las obras en la estación de Sant Vicenç de Calders han mantenido interrumpido el servicio ferroviario entre esta parada y Cunit, con los viajeros dependiendo de servicios alternativos por carretera. La coincidencia de ambos sucesos ha multiplicado las molestias y ha puesto a prueba la capacidad de reacción de las operadoras de transporte.
Por suerte, las obras en Sant Vicenç de Calders están previstas para finalizar hoy mismo, lo que permitirá recuperar la normalidad entre Cunit y la estación a partir de mañana. Un alivio para los usuarios habituales, aunque la sombra de nuevos incidentes sigue planeando sobre la red ferroviaria catalana.