La calma de una apacible tarde de domingo se ha visto completamente rota por un suceso que ha sembrado la alarma entre los conductores. Lo que comenzó como un viaje rutinario se transformó en cuestión de minutos en una escena de caos y peligro, cuando un vehículo fue súbitamente engullido por las llamas, generando una densa y aparatosa columna de humo negro visible a varios kilómetros de distancia.
El incidente obligó a una rápida y contundente movilización de los servicios de emergencia para controlar una situación que amenazaba con extenderse.
El suceso ha tenido lugar este mismo domingo, 27 de julio, en un punto clave de la red viaria catalana, uniendo las provincias de Tarragona y Lleida. Afortunadamente, la pericia y velocidad de los equipos de extinción han sido cruciales para evitar que las consecuencias fueran mucho más graves.
Un vehículo y su remolque, pasto de las llamas
Los hechos se han desencadenado en la carretera N-240, concretamente en el punto kilométrico 31,3, a su paso por el término municipal de Montblanc, en la comarca de la Conca de Barberà (Tarragona). Según han informado fuentes oficiales de los Bombers de la Generalitat a través de sus canales de comunicación, el aviso del incendio se recibió a las 17:14 horas.
Por causas que aún se están investigando, un turismo que circulaba por la vía ha comenzado a arder de forma virulenta. El fuego no solo ha afectado al coche, sino que se ha propagado con gran rapidez a un remolque que llevaba enganchado.
En un corto espacio de tiempo, ambos han quedado completamente calcinados, convirtiéndose en un esqueleto de metal humeante en medio de la calzada. La imagen, capturada y difundida por los propios bomberos, da buena cuenta de la magnitud del incendio, con llamas vivas y una humareda que teñía de negro el cielo azul de la tarde de verano.
Rápida intervención para evitar un mal mayor
La principal preocupación de los equipos de emergencia no era solo el vehículo en sí, sino el entorno en el que se encontraba. La N-240 atraviesa en ese tramo una zona con vegetación en los márgenes, un combustible perfecto para que un incidente de este tipo derivase en un incendio forestal, especialmente en pleno mes de julio, con el riesgo de fuegos por las nubes.
Conscientes del peligro, se han movilizado hasta el lugar un total de cinco dotaciones de los Bombers de la Generalitat. Su trabajo se ha centrado en un doble objetivo: por un lado, sofocar las llamas del vehículo para extinguir el foco principal y, por otro, asegurar el perímetro para impedir que el fuego se propagara a la masa vegetal cercana.
Gracias a esta rápida y dimensionada intervención, el conato de incendio en la vegetación del arcén ha sido de baja intensidad y se ha podido controlar antes de que adquiriese mayores dimensiones.
El incidente ha provocado, como es lógico, importantes afectaciones al tráfico en una vía tan concurrida como la N-240, generando retenciones mientras los equipos de emergencia trabajaban en la zona y, posteriormente, durante las labores de retirada del vehículo siniestrado de la calzada.