La mañana de este jueves ha comenzado con serias complicaciones de tráfico en la B-23, a la altura de Esplugues de Llobregat (sentido Barcelona), como consecuencia de la avería de un autobús que ha quedado inmovilizado en el carril central. La situación, según informan fuentes del Servei Català de Trànsit, se ha traducido en importantes retenciones y en un escenario de riesgo para los conductores, que se ven obligados a maniobrar con precaución para eludir el vehículo averiado. Si bien el resto de los carriles mantienen un flujo más o menos continuo, la presencia de un obstáculo en el carril del medio aumenta significativamente el peligro de colisiones y la tensión en la conducción.
Una avería inoportuna en hora punta
El incidente ha tenido lugar en plena hora punta de la mañana, cuando gran parte de los usuarios transitan por la B-23 para desplazarse al trabajo o a sus lugares de estudio. Como consecuencia, el autobús, incapaz de moverse a un arcén, ocupa buena parte del carril central, donde los vehículos tienden a alcanzar velocidades de crucero considerables. La congestión ha sido inmediata: muchos conductores que se encontraban detrás del autobús han debido frenar de forma abrupta, generando colas largas y obligando a desvíos improvisados hacia los carriles derecho o izquierdo.
Aunque los otros dos carriles conservan cierta fluidez, se produce un efecto embudo: quienes circulan por el carril central se ven obligados a encender intermitentes y maniobrar para cambiar de carril, lo que a su vez ralentiza el tráfico en las vías adyacentes. Todo ello se ve agravado por la falta de un arcén amplio en este punto de la B-23, lo que dificulta las tareas de asistencia y reparación del vehículo. Además, el simple hecho de mover maquinaria para retirar el autobús se convierte en un reto logístico, ya que implica parar o reducir significativamente la circulación en otros carriles.
Medidas de seguridad y precauciones
Las autoridades y los servicios de emergencias recomiendan extremar la prudencia al aproximarse a la zona afectada. Algunos consejos esenciales para evitar accidentes en escenarios como este incluyen:
- Mantener una distancia de seguridad adecuada: Ante las frenadas bruscas que se producen al llegar a la altura del autobús averiado, disponer de más espacio entre coches es fundamental para reaccionar a tiempo y esquivar posibles colisiones por alcance.
- Encender los intermitentes de emergencia: A los conductores que circulen cerca del autobús se les aconseja usar las luces de emergencia, especialmente si detectan que el vehículo de delante reduce la velocidad de forma repentina.
- No realizar cambios de carril temerarios: Con uno de los carriles bloqueado, es tentador intentar rebasar a toda costa y cambiar rápidamente de carril. Sin embargo, estas maniobras, si no se realizan con un cuidado extremo, pueden desembocar en choques laterales o alcances múltiples. Es imprescindible señalizar con suficiente antelación y verificar los ángulos muertos.
- Evitar distracciones: El estrés que genera la retención puede llevar a conductores a consultar el móvil o distraerse con la radio, lo que aumenta considerablemente el riesgo de no reaccionar a tiempo ante un frenazo inesperado.
Mientras tanto, el autocar permanece estacionado a la espera de la llegada de un servicio de grúa o técnico de asistencia en carretera que pueda remolcarlo o repararlo. La complejidad de la maniobra para retirar un vehículo de grandes dimensiones en un tramo sin arcén amplio hace que los tiempos de resolución del incidente se alarguen más de lo deseado.