En pleno pico de temperaturas extremas, el trabajo en el campo volvió a mostrar su cara más dura. Una jornada que comenzó como tantas otras terminó con la tragedia tiñendo de luto a la comunidad agrícola, justo en el que ha sido el día más caluroso del verano en Catalunya.
Una tarde letal bajo el sol abrasador
El suceso ocurrió la tarde del lunes 11 de agosto, cuando un temporero que realizaba tareas de recolección de fruta perdió la vida en una finca de Alcarràs, en la comarca del Segrià (Lleida). Según ha confirmado la Agència Catalana de Notícies (ACN), el aviso a los Mossos d’Esquadra se produjo en torno a las 16:45 horas, momento en que el termómetro rozaba los 41 grados en la zona.
Testigos afirman a esta fuente que el trabajador comenzó a marearse y a mostrar síntomas de malestar evidente. Compañeros de faena alertaron rápidamente a los servicios de emergencia, que desplazaron hasta el lugar varias unidades del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM). La finca se encontraba junto a la carretera de Vallmanya, un área rural expuesta directamente al sol y con escasas zonas de sombra.

La hipótesis del golpe de calor, pendiente de confirmación
Cuando el equipo sanitario llegó al lugar, el hombre ya no presentaba signos vitales. A pesar de los intentos de reanimación, no fue posible revertir la situación. Fuentes policiales han indicado que la principal hipótesis es que el fallecimiento se debió a un golpe de calor, aunque la confirmación oficial dependerá de los resultados de la autopsia, que se conocerán en los próximos días.
La investigación abierta también determinará si este trágico suceso se considera accidente laboral, lo que implicaría responsabilidades adicionales para la empresa o empleadores, así como posibles medidas preventivas futuras.
El día más caluroso del verano en Catalunya
El Meteocat informó que la jornada de ayer fue la más calurosa de lo que llevamos de verano en Ponent, Ebre y Prepirineu, con valores que superaron ampliamente los 40 grados. El registro más alto se alcanzó en Vinebre (Tarragona), donde el termómetro marcó 43,8 ºC, la temperatura más elevada del año.
En el caso concreto de Alcarràs, la combinación de temperatura extrema, humedad y esfuerzo físico intenso convirtió el trabajo agrícola en un escenario de alto riesgo. La situación es aún más crítica para los temporeros, que en muchas ocasiones desarrollan su labor sin pausas suficientes ni condiciones adecuadas para afrontar este tipo de episodios meteorológicos.
Este nuevo fallecimiento vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de protocolos más estrictos para proteger a los trabajadores en el campo, especialmente en periodos de ola de calor. Las organizaciones sindicales y asociaciones de temporeros vienen reclamando desde hace años pausas obligatorias, mayor acceso a zonas de sombra, hidratación constante y jornadas adaptadas a las condiciones climáticas.