Una avería en plena zona de túneles entre Sitges y Garraf ha provocado una oleada de retrasos e interrupciones en hasta cinco líneas de Rodalies, complicando el regreso a casa, los desplazamientos laborales y el inicio del descanso para muchas familias catalanas.
El tren averiado: atrapado en el túnel con 70 pasajeros
La incidencia, que comenzó a media tarde del viernes 6 de junio, fue provocada por una avería mecánica en un tren que quedó detenido dentro del túnel que conecta Sitges con Garraf. A bordo del convoy viajaban unas 70 personas, que quedaron momentáneamente atrapadas hasta que se pudo asegurar la zona.
Aunque no se reportaron heridos, la tensión y el malestar entre los pasajeros no tardaron en manifestarse, especialmente por la falta inicial de información clara sobre el rescate o las alternativas de transporte.

Renfe desplazó técnicos hasta la zona afectada con la intención de resolver la incidencia lo más rápido posible. Sin embargo, mientras se gestionaban las tareas de reparación, el tráfico ferroviario entre ambas localidades quedó limitado a una sola vía, lo que ha obligado a parar trenes y a reprogramar circulaciones con notables retrasos acumulados.
Afectadas las líneas R2 sud y Regionals
La avería no solo afectó a los trenes locales. Además de la R2 Sud, que conecta Barcelona con Sant Vicenç de Calders por el litoral sur, las líneas de Regionals R14, R15, R16 y R17 también han sufrido consecuencias, con demoras importantes en los trayectos hacia Lleida, Riba-roja d’Ebre y Tortosa.

En algunos tramos, la circulación ha quedado suspendida de forma temporal, y se han habilitado buses lanzadera, aunque no sin dificultades logísticas y quejas por parte de los usuarios, que denuncian aglomeraciones y falta de organización.
Lo ocurrido este viernes se suma a una larga lista de incidencias recientes en la red de Rodalies. La ciudadanía ya no se sorprende al ver paneles informativos plagados de retrasos o trenes anulados. Lo que antes eran incidentes excepcionales, ahora se han convertido en una rutina desesperante para miles de catalanes.
El contexto: infraestructuras obsoletas y reformas que no llegan
Uno de los puntos más críticos del sistema ferroviario catalán es precisamente la zona de túneles entre Sitges y Garraf, un cuello de botella estructural donde cualquier fallo, por pequeño que sea, tiene efectos en cadena sobre toda la red.
A pesar de que desde hace años se anuncian inversiones para mejorar la infraestructura ferroviaria catalana, los problemas persisten. Los sindicatos ferroviarios advierten que los fallos no son una cuestión puntual, sino el resultado de años de infrafinanciación y desidia política.
Y lo más alarmante: cada vez hay más averías con pasajeros atrapados
Este no es un hecho aislado. Cada vez con más frecuencia, las averías no solo afectan al servicio, sino que ponen en riesgo a los pasajeros. En este caso, las 70 personas atrapadas dentro del túnel entre Sitges y Garraf vivieron momentos de tensión sin saber qué estaba pasando ni cuándo podrían salir.
Este tipo de situaciones, en zonas confinadas y con difícil acceso, pueden convertirse en peligrosas si no se actúa con rapidez. ¿Qué pasará cuando no haya suerte? Esa es la pregunta que muchos se hacen, y que debería resonar con fuerza en los despachos donde se decide el futuro de Rodalies.