El inicio de la jornada dejaba entrever que nada perturbaría la calma habitual del litoral catalán, pero a veces los imprevistos más dramáticos llegan sin previo aviso. A medida que avanza el verano, se intensifican los avisos sobre los riesgos en zonas de baño, aunque las cifras actuales ya superan con creces las del año anterior, alimentando la preocupación entre autoridades y bañistas.
La mañana de este jueves ha comenzado de la peor manera posible para una mujer de 81 años y nacionalidad francesa. La víctima ha perdido la vida en la playa del Port de Llançà, en la comarca del Alt Empordà, uno de los enclaves más concurridos de la Costa Brava. El aviso al teléfono de emergencias 112 se ha recibido a las 09:18 horas, cuando varios testigos alertaron de que una persona se encontraba en apuros dentro del agua.
El hecho ha tenido lugar antes del inicio del servicio de socorrismo, que en esta playa comienza a las 10:00 horas, por lo que la víctima no ha podido recibir auxilio inmediato de los profesionales de vigilancia.

El Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) ha movilizado rápidamente tres unidades terrestres hasta el lugar y ha intentado reanimar a la mujer durante varios minutos. A pesar de los esfuerzos médicos, no ha sido posible salvarle la vida, confirmándose así una nueva víctima mortal en las playas catalanas este verano. La policía local y la Guardia Civil han colaborado en la gestión del incidente y en la atención a los testigos que presenciaron el trágico desenlace.
Aumentan las víctimas en las playas catalanas
Este caso eleva a diecisiete el número de fallecidos en playas de Catalunya desde que el pasado 15 de junio se diera el pistoletazo de salida oficial a la temporada de baño. La cifra resulta alarmante, ya que supone cinco víctimas mortales más que en las mismas fechas del verano pasado. Solo en la Costa Brava, ya han perdido la vida cinco personas en lo que llevamos de campaña.
Detrás de estos datos hay factores recurrentes: el desconocimiento del estado del mar, la confianza excesiva en la propia capacidad para nadar, la edad avanzada de algunos bañistas y, como en este caso, la falta de vigilancia en las primeras horas del día.
Las autoridades insisten en la importancia de respetar los horarios del servicio de socorrismo y extremar la precaución, especialmente entre los colectivos más vulnerables, como personas mayores y niños. La playa del Port de Llançà, conocida por su tranquilidad y por recibir cada verano cientos de turistas, ha quedado marcada por este triste episodio.
Protecció Civil de la Generalitat ha vuelto a lanzar un mensaje de prudencia a todos los usuarios de playas, piscinas y aguas interiores. Entre sus recomendaciones destaca la necesidad de bañarse siempre en zonas vigiladas, prestar atención a las indicaciones de los socorristas y evitar permanecer mucho tiempo bajo el sol para prevenir golpes de calor o desmayos que puedan poner en riesgo la seguridad en el agua. Es fundamental, subrayan, que ante cualquier síntoma de malestar o dificultad en el agua, se alerte de inmediato al 112 o al servicio de socorrismo.