Las primeras horas del día pueden convertirse en una auténtica pesadilla para miles de conductores cuando un incidente inesperado sacude una de las arterias principales del tráfico en Catalunya. La jornada ha arrancada marcada por el caos y la incertidumbre, en un escenario donde cada minuto cuenta y las imágenes hablan por sí solas.
Un accidente de grandes dimensiones paraliza la AP-7
Poco después de las nueve de la mañana, la AP-7 ha vuelto a ser protagonista de la actualidad vial por un grave accidente múltiple a la altura de Sant Cugat del Vallès y El Papiol, en sentido Tarragona. Un turismo ha volcado en medio de la calzada, dejando la imagen impactante de un vehículo completamente boca abajo y varios más implicados en una colisión en cadena. Testigos y cuentas de tráfico han compartido rápidamente imágenes del siniestro, generando alarma y expectación entre los usuarios de la autopista.
La magnitud del accidente ha obligado a activar un dispositivo de emergencias masivo: los primeros avisos señalan la presencia de varios vehículos involucrados y la necesidad urgente de asistencia médica avanzada en el mismo lugar de los hechos. El Servei d’Emergències Mèdiques (SEM) no ha tardado en desplegar su helicóptero medicalizado, que ha aterrizado en plena AP-7 para atender a los heridos.

Este despliegue, captado por las cámaras de tráfico y difundido por el Servei Català de Trànsit, es un claro indicio de la gravedad del episodio y la inmediatez de la respuesta sanitaria.
Evolución de la situación y colapso circulatorio
El accidente ha desencadenado un auténtico caos en la circulación durante toda la mañana. Desde el primer momento, el Servei Català de Trànsit ha informado del corte de dos carriles en dirección Tarragona, lo que ha provocado retenciones de tres kilómetros casi de inmediato entre Sant Cugat y El Papiol. Las imágenes aéreas y de cámaras de tráfico reflejaban largas filas de vehículos, entre ellos numerosos camiones y turismos, completamente detenidos a la espera de la reapertura de la vía.
Sin embargo, la situación no ha hecho más que agravarse con el paso de los minutos. Las colas se han publicado y han alcanzado a alcanzar los seis kilómetros en cuestión de veinte minutos. A pesar de los esfuerzos por habilitar carriles, las retenciones se han seguido alargando, y la congestión ha llegado rápidamente hasta Cerdanyola del Vallès. Hacia las 10:13 horas, Trànsit actualizaba la información y ha advertido que, aunque se habían abierto ya tres carriles al tráfico, la retención era de once kilómetros.
Poco después, un nuevo mensaje de las autoridades confirmaba que ya se han podido habilitar cuatro carriles para la circulación, quedando solo uno cerrado entre Sant Cugat y El Papiol en sentido Tarragona. Sin embargo, el volumen de vehículos acumulados mantiene la lentitud y la retención sigue siendo de once kilómetros, obligando a los conductores a armarse de paciencia y buscar rutas alternativas, como la C-58, la B-40 o la A-2, tal y como recomienda oficialmente el Servei Català de Trànsit.
Sobre el estado de los heridos todavía no ha trascendido más información por parte de fuentes oficiales, aunque es evidente que mínimo una persona ha requerido de atención médica. También han acudido al lugar de los hechos dos dotaciones de los Bomberos.