Ambulancia de Catalunya

Un muerto y varios heridos en un terrible accidente en la N-II

Los heridos se encuentran hospitalizados

La tarde de este viernes ha quedado teñida de luto tras un violento suceso que ha segado una vida y ha dejado a varias personas heridas. Una colisión frontal entre dos vehículos ha desencadenado una tragedia que vuelve a poner sobre la mesa la peligrosidad de ciertos tramos de la red viaria y el incesante goteo de víctimas en el asfalto.

El impacto, de una virulencia extrema, movilizó un amplio dispositivo de emergencias que trabajó a contrarreloj en un escenario desolador, mientras el tráfico quedaba completamente interrumpido, generando el caos entre los conductores.

El fatídico siniestro tuvo lugar alrededor de las tres y tres cuartos de la tarde en la comarca del Alt Empordà. Concretamente, el choque se produjo en el kilómetro 747 de la carretera N-II, a su paso por el término municipal de Borrassà, en la provincia de Girona. Por causas que los Mossos d'Esquadra ya se encuentran investigando, dos turismos colisionaron de manera frontal, convirtiendo un viaje rutinario en una pesadilla.

Ambulancia amarilla con un lazo negro
Ambulancia amarilla con un lazo negro | Canva

Un fallecido y dos heridas trasladadas al hospital

El balance del accidente ha sido devastador. El conductor de uno de los coches implicados perdió la vida en el acto como consecuencia de la brutal colisión. Su acompañante, una mujer que viajaba en el asiento del copiloto, resultó herida de carácter menos grave. En el otro vehículo viajaba únicamente su conductora, quien también sufrió heridas de pronóstico menos grave.

Ambas mujeres fueron atendidas en el lugar por los efectivos del Servei d'Emergències Mèdiques (SEM) antes de ser evacuadas de urgencia al Hospital Josep Trueta de Girona para una valoración más exhaustiva y recibir el tratamiento necesario. La rápida intervención de los servicios sanitarios fue crucial para estabilizar a las heridas y evitar consecuencias peores.

El operativo de emergencias desplegado fue notable. Hasta el lugar se desplazaron tres patrullas de los Mossos d'Esquadra, que se hicieron cargo de regular el tráfico y de iniciar la investigación para esclarecer las circunstancias del choque. Además, tres dotaciones de los Bombers de la Generalitat trabajaron en la excarcelación de las víctimas y en la limpieza de la calzada, mientras que el SEM activó tres unidades terrestres para atender a los afectados.

Como consecuencia directa del siniestro, la carretera N-II tuvo que ser cortada por completo en sentido norte, lo que provocó importantes retenciones y desvíos en una vía que canaliza un gran volumen de tráfico.

Una ambulancia amarilla circula por una calle urbana con un lazo negro superpuesto en la imagen.
Montaje con la imagen de una ambulancia y un crespón negro | ACN, XCatalunya, Pixelhound

Un tramo con un historial negro

Este trágico suceso vuelve a poner el foco en la peligrosidad de la carretera N-II a su paso por las comarcas de Girona. Durante décadas, esta vía ha sido escenario de innumerables accidentes mortales, ganándose a pulso la triste reputación de ser uno de los puntos negros más conflictivos de la red viaria catalana. La alta densidad de tráfico, con una convivencia constante entre turismos y un elevado porcentaje de camiones que la utilizan como ruta internacional hacia Francia, junto a tramos de un solo carril por sentido y numerosas intersecciones, conforman un cóctel de alto riesgo.

Las reivindicaciones para el desdoblamiento completo de la N-II y su conversión en la autovía A-2 en esta zona han sido una constante por parte de ayuntamientos, plataformas vecinales y usuarios. Aunque se han ejecutado mejoras y desdoblado algunos tramos, todavía persisten kilómetros de carretera convencional que suponen un peligro latente para miles de conductores cada día.

Este accidente mortal se suma a una estadística ya de por sí desoladora. Según los últimos datos facilitados por el Servei Català de Trànsit (SCT), con esta víctima ya son 80 las personas que han perdido la vida en accidentes de tráfico en las carreteras de Catalunya en lo que va de año.

Una cifra que evidencia que, pese a los esfuerzos en concienciación y seguridad, la siniestralidad vial sigue siendo una lacra social de primer orden que destroza familias y deja una huella imborrable. Cada número en esa estadística es una historia truncada, un recordatorio de la fragilidad de la vida y de la responsabilidad compartida que todos tenemos al volante.