Sirena de emergencia roja sobre un mapa satelital de una zona costera con marcadores en la playa

Protección Civil confirma bandera roja en tres playas catalanas

Lo han anunciado a través de su cuenta oficial de Twitter

En plena canícula de julio, cuando el asfalto quema y el mar se presenta como el único refugio posible, miles de bañistas han visto sus planes truncados de la forma más frustrante. El anhelado chapuzón para combatir el calor ha quedado en una simple intención en un tramo de la costa catalana.

La estampa veraniega de sombrillas y toallas se ha visto empañada por la ominosa señal que nadie quiere ver ondear en la orilla: la bandera roja. Una prohibición tajante que responde a un enemigo invisible, pero potencialmente peligroso que se esconde en el agua.

El aviso, emitido durante las primeras horas de la tarde de este viernes, 18 de julio, por los canales oficiales de Protección Civil, no dejaba lugar a dudas: el baño quedaba terminantemente prohibido por la mala calidad del agua. Un jarro de agua fría para residentes y turistas que buscaban en la brisa marina el alivio a una jornada calurosa, y que ahora miran el oleaje con una mezcla de decepción y preocupación.

Olas del mar rompiendo bajo un cielo azul con nubes dispersas y una costa en el fondo.
Olas en el mar | Pexels, Brayden Stanford

El Garraf, epicentro de la prohibición

El foco de la alerta se ha situado en la comarca del Garraf, concretamente en el municipio de Cubelles. Las playas afectadas por esta medida son tres de las más concurridas de la localidad: la Mota de Sant Pere, Les Salines y Les Gavines. La notificación de Protecció Civil, difundida a través de sus redes sociales, incluía un mapa aéreo que marcaba con precisión los tres puntos conflictivos, instando a la población a consultar el visor del estado de las playas de la Generalitat para obtener información actualizada.

La decisión de izar la bandera roja no es arbitraria, sino que responde a los análisis periódicos que realiza la Agència Catalana de l'Aigua (ACA). Cuando los parámetros microbiológicos superan los umbrales de seguridad establecidos, se activa de inmediato el protocolo de seguridad para salvaguardar la salud pública, comunicándose la prohibición a través de los ayuntamientos y los servicios de Protección Civil.

La resaca de una DANA: el origen del problema

Este episodio de contaminación no es un hecho aislado surgido de la nada. Sus raíces se encuentran en los recientes fenómenos meteorológicos extremos que azotaron Cataluña. El pasado fin de semana, una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) descargó lluvias torrenciales que provocaron, entre otras cosas, el desbordamiento del pantano de Foix.

El río, que desemboca directamente en el litoral de Cubelles, experimentó una crecida descomunal, arrastrando a su paso una ingente cantidad de lodos, vegetación, residuos y carga orgánica.

Este vertido masivo al mar es la causa directa de la alteración en la calidad del agua. Aunque el mar tiene una gran capacidad de autodepuración, la magnitud del arrastre ha provocado que, casi una semana después, los niveles de contaminación sigan siendo preocupantemente altos.

De hecho, estas mismas playas, junto a las de municipios vecinos como Cunit o Vilanova i la Geltrú, ya sufrieron cierres intermitentes en los días posteriores a la tormenta. La alerta de hoy confirma que la "resaca" de la DANA sigue teniendo consecuencias directas en la costa.

Playa del Levante de Barcelona
Playa en Barcelona | Ajuntament de Barcelona

Los riesgos de un agua no apta

Cuando se habla de "mala calidad del agua" en este contexto, generalmente se hace referencia a la presencia de bacterias de origen fecal, como la Escherichia coli (E. coli) o los enterococos intestinales. Estos microorganismos, presentes en las aguas residuales y arrastrados por las riadas, son indicadores de contaminación y suponen un riesgo para la salud de los bañistas.

Ignorar la bandera roja y sumergirse en estas aguas puede acarrear consecuencias desagradables, como infecciones gastrointestinales, otitis, conjuntivitis o irritaciones cutáneas. Por ello, las autoridades insisten en la importancia de respetar la prohibición hasta que los nuevos análisis confirmen que los parámetros han vuelto a la normalidad y el baño es de nuevo seguro.