Paisaje de río con árboles y un puente al fondo, cielo parcialmente nublado y un lazo negro grande en la esquina superior derecha

Muere un joven de 30 años en un río catalán

Se han activado dotaciones de Bomberos, el SEM y Mossos d'Esquadra

Una tranquila tarde de sábado, de esas que invitan a buscar refugio del calor en las frescas aguas de un río, se transformó en un escenario de tragedia y desesperación. Lo que comenzó como un momento de ocio estival acabó de la forma más abrupta y dolorosa, con la pérdida de una vida joven y un recordatorio sombrío de los peligros que a menudo se esconden bajo la aparente calma de la naturaleza. Un amplio dispositivo de emergencias luchó contra el tiempo, pero sus esfuerzos resultaron en vano, dejando una comunidad en shock y una familia destrozada.

El fatal suceso tuvo lugar en las últimas horas de la tarde de este pasado sábado, 26 de julio. La voz de alarma se dio a las 19:29 horas, cuando los servicios de emergencia recibieron un aviso urgente: un hombre había sido arrastrado por la corriente y había desaparecido bajo las aguas del río Ebro.

El incidente se localizó en el término municipal de Xerta, en la comarca del Baix Ebre, una zona muy frecuentada por bañistas conocida como la Illa Plana. La víctima, un joven de 30 años, se encontraba disfrutando del río cuando fue sorprendido por la fuerza del agua, que lo arrastró sin que pudiera hacer nada para volver a la orilla.

Un coche de policía estacionado frente a un edificio con una persona caminando cerca.
Coche de los Mossos d'Esquadra delante de una comisaria | ACN

Un testigo, clave en la localización del cuerpo

Inmediatamente después de recibir el aviso, se activó un completo operativo de rescate. Las primeras unidades de los Bombers de la Generalitat que llegaron al lugar iniciaron una búsqueda intensiva tanto por las orillas como dentro del propio cauce del río. En esos momentos de máxima tensión, cada segundo era vital.

La colaboración ciudadana resultó fundamental. Fue uno de los testigos presenciales, que se encontraba en la zona, quien finalmente localizó al joven. El cuerpo se encontraba enganchado a una rama, a unos 150 metros río abajo del último punto donde había sido visto.

Este hallazgo, aunque desolador, permitió a los equipos de emergencia recuperar a la víctima del agua y trasladarla al margen derecho del río para intentar lo que parecía imposible. La imagen describía por sí sola la violencia con la que el Ebro puede actuar, incluso en tramos aparentemente serenos.

La lucha por la vida: 45 minutos de reanimación infructuosa

Una vez en la orilla, comenzó una agónica lucha por la vida. Efectivos del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) iniciaron de inmediato las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Durante 45 largos e intensos minutos, los sanitarios no cesaron en sus intentos de revertir la parada cardiorrespiratoria del joven. La profesionalidad y la entrega del equipo fueron máximas, pero lamentablemente, el tiempo que la víctima había permanecido sumergida fue determinante.

Alerta por un virus
Ambulancia | Canva

Finalmente, tras casi una hora de esfuerzos infructuosos, los médicos no pudieron más que confirmar su fallecimiento. El despliegue de emergencias incluyó hasta cuatro dotaciones de los Bombers de la Generalitat, entre ellas una embarcación que finalmente no tuvo que ser utilizada, dos ambulancias del SEM y, como es habitual en estos casos tan traumáticos, un equipo de psicólogos para atender a los familiares y amigos del fallecido presentes en el lugar.

Por su parte, los Mossos d'Esquadra desplazaron dos patrullas a la zona. El cuerpo policial se ha hecho cargo de las diligencias judiciales pertinentes y ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias exactas que rodearon el ahogamiento, un procedimiento estándar para descartar cualquier otra causa.