Una nueva víctima se suma a la trágica estadística que, año tras año, sigue tiñendo de luto las carreteras catalanas. El suceso, ocurrido en plena madrugada, ha conmocionado a toda una comunidad que ahora llora la pérdida de uno de sus vecinos más conocidos.
Un accidente solitario en una vía poco transitada
La víctima es un hombre de 48 años, vecino de Mollerussa y propietario de una reconocida sala de fiestas en el corazón del Pla d'Urgell, tal y como ha asegurado El Caso. Según las primeras informaciones, el empresario habría sufrido una salida de vía con su turismo en la carretera LV-3321, concretamente en el término municipal de Vila-sana. El vehículo fue localizado más tarde, ya en el municipio de Linyola, junto al Palau d’Anglesola, una zona de escasa circulación que, sin embargo, ha sido escenario de un siniestro fatal.
El aviso del accidente no llegó hasta las 8:30 de la mañana, cuando una persona alertó al 112 al encontrar el vehículo siniestrado. Para entonces, ya no se podía hacer nada por salvar la vida del conductor. Los servicios de emergencia desplazaron al lugar tres dotaciones de los Bombers de la Generalitat, tres ambulancias del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) y seis patrullas de los Mossos d’Esquadra, pero solo pudieron certificar el fallecimiento.

Posible distracción y ausencia del cinturón de seguridad
La principal hipótesis con la que trabajan los investigadores es la de una distracción al volante durante la madrugada, según El Caso. Se baraja también la posibilidad de que el conductor no llevase puesto el cinturón de seguridad en el momento del accidente, algo que podría haber sido determinante para el trágico desenlace.
A falta de confirmación oficial, los Mossos d’Esquadra siguen trabajando para esclarecer la hora exacta del siniestro y las causas que lo provocaron. No se descartan otros factores como la fatiga, el exceso de velocidad o las condiciones del asfalto, aunque por el momento todos los indicios apuntan a una pérdida de control por parte del conductor.

Impacto local y repunte de siniestralidad
La muerte del empresario ha causado un fuerte impacto entre los vecinos de Mollerussa y Vila-sana, donde era una figura muy apreciada. Propietario de una sala de fiestas muy frecuentada en la comarca, era conocido por su implicación en eventos locales y por su carácter cercano. Su fallecimiento ha dejado un vacío difícil de llenar entre familiares, amigos y clientes habituales.
Con esta nueva víctima, ya son 84 las personas que han perdido la vida en accidentes de tráfico en carreteras catalanas en lo que va de 2025, según datos provisionales del Servei Català de Trànsit. El fin de semana ha sido especialmente trágico, con otros fallecimientos registrados en Sitges, Alfés y Balaguer, coincidiendo con el aumento de desplazamientos durante la campaña estival.
Este accidente vuelve a poner sobre la mesa la importancia del uso del cinturón de seguridad y la necesidad de extremar precauciones en vías secundarias, a menudo mal iluminadas y con escasa presencia de tráfico. También refuerza el debate sobre la vigilancia nocturna en zonas rurales, donde los siniestros pueden pasar horas sin ser detectados, como ocurrió en este caso.