Apuñalamiento en Figueres

Le apuñalan cuatro magrebíes y rehúsa colaborar con la Policía: Pelea en plena calle

Ya ocurrió un acontecimiento similar hace unos días en esta misma localidad

En ocasiones, la tranquilidad de una noche ordinaria puede verse alterada de manera inesperada, dejando tras de sí más preguntas que respuestas. Así ocurrió recientemente, cuando un episodio de violencia desató la inquietud de numerosos vecinos y testigos, sorprendidos ante una escena que, aunque breve, ha abierto un debate sobre la seguridad en determinadas zonas urbanas y la actitud de las víctimas frente a la investigación policial.

Todo sucedió en la noche del jueves, cerca de las diez, en una céntrica calle de El Prat de Llobregat, municipio del área metropolitana de Barcelona. Según El Caso, un grupo de cuatro jóvenes de origen magrebí se enfrentó a otro joven, de etnia aparentemente gitana, al parecer por una disputa anterior que arrastraban desde hacía tiempo. Lo que comenzó como una discusión verbal se tornó rápidamente en una pelea física, con la utilización de un arma blanca.

La víctima, que acabó recibiendo varios cortes y una lesión en el ojo, no sufrió heridas graves, aunque el ataque generó una notable alarma entre quienes se encontraban en los bares próximos, muchos de ellos cenando o disfrutando de la noche. La intervención espontánea de algunos testigos, conscientes de la desigualdad numérica entre agresores y víctima, evitó que la situación fuera a mayores.

Un coche de policía de los Mossos d'Esquadra con gotas de lluvia en la carrocería.
Coches de los Mossos d'Esquadra | ACN

De hecho, fueron los propios clientes y vecinos quienes alertaron al teléfono de emergencias, movilizando en pocos minutos a varias patrullas de los Mossos d'Esquadra hasta el lugar del suceso.

Tensión, miedo y ausencia de colaboración

El grupo de cuatro agresores, al percatarse de que la multitud empezaba a tomar partido por la víctima, optó por huir rápidamente antes de la llegada de la policía catalana. Cuando los agentes llegaron, sólo encontraron al joven herido, vecino de Viladecans, quien  se mostró reacio a ofrecer cualquier tipo de colaboración. Ni quiso identificar a los agresores ni explicar el origen del conflicto, mostrando una actitud hermética. Tampoco denunció.

A pesar de ello, algunos testigos pudieron ofrecer descripciones aproximadas de los atacantes, lo que permitió a los agentes realizar una batida en la zona. Sin embargo, hasta el momento no se ha logrado ninguna detención y el caso sigue abierto, pendiente de posibles nuevas informaciones que permitan identificar a los responsables del ataque.

Dos agentes de los Mossos d'Esquadra
Agentes de los Mossos d'Esquadra | Gencat

Uno de los aspectos que más ha llamado la atención es esta negativa de la víctima a colaborar con los Mossos d'Esquadra. Este tipo de reacción, aunque no es excepcional en enfrentamientos relacionados con disputas personales o ajustes de cuentas, supone un obstáculo para la acción policial y la persecución de los responsables. El joven decidió no presentar denuncia ni facilitar información alguna, optando finalmente por marcharse del lugar por sus propios medios y sin requerir ingreso hospitalario.