Lo que inicialmente fue catalogado como una trágica fatalidad del destino ha dado un vuelco inesperado. La investigación policial sobre el siniestro mortal de Vilanova ha revelado nuevos y alarmantes indicios. La sombra de una grave imprudencia se cierne ahora sobre la colisión que costó dos vidas. Un suceso que conmocionó a toda la comarca del Garraf adquiere ahora una dimensión penal. Los agentes han centrado sus pesquisas en la figura de uno de los conductores implicados.
La tragedia, que tuvo lugar el pasado viernes por la noche, ya no se contempla como un simple accidente. Los Mossos d'Esquadra han informado de un cambio sustancial en el caso. El conductor de la furgoneta implicada ha quedado oficialmente en calidad de investigado.
Sobre él recaen acusaciones extremadamente graves que podrían cambiar por completo el relato de los hechos. Este hombre se encuentra actualmente ingresado en un centro hospitalario a consecuencia de sus heridas.

Un cúmulo de presuntos delitos tras el volante
La lista de cargos que afronta el conductor investigado es realmente contundente y extensa. La policía catalana le atribuye un presunto delito de doble homicidio por imprudencia grave. Además, se le acusa de conducir bajo los efectos de las drogas en el momento del impacto. Este factor resulta un agravante de máxima relevancia en la investigación de los hechos. Por si fuera poco, también se le imputan tres delitos de lesiones por los otros heridos.
El futuro procesal del investigado se presenta muy complicado dadas las pruebas iniciales. Una vez reciba el alta médica, deberá enfrentarse al proceso judicial correspondiente. La investigación sigue abierta para determinar con exactitud cómo se desencadenó la colisión frontal.
Los agentes trabajan para reconstruir los momentos previos al brutal impacto en la C-15z. La presencia de sustancias estupefacientes se perfila como la causa principal de la tragedia.

El recuerdo de una noche trágica en la C-15z
Recordemos que la colisión frontal sacudió la tranquilidad de la comarca del Garraf. El siniestro se produjo en el punto kilométrico 3,3 de la carretera C-15z. En el choque perdieron la vida el conductor del turismo, P. H. T., un joven de 28 años. También falleció la pasajera delantera de la furgoneta, YA. P. F., una mujer de 41 años. Ambos eran vecinos de Canyelles, una localidad ahora rota por el dolor de su pérdida.
El accidente dejó además un balance de cuatro personas heridas de diversa consideración. Uno de los heridos fue evacuado en estado grave al hospital de Bellvitge. Los otros tres afectados, con pronóstico menos grave, fueron trasladados al hospital Sant Camil.
El operativo de emergencias movilizó a un gran número de efectivos de Mossos, Bombers y SEM. La carretera tuvo que ser cortada durante varias horas para atender a las víctimas.
Este giro en la investigación transforma una desgracia en un presunto acto criminal. La imprudencia grave y el consumo de drogas al volante son un cóctel letal. Las consecuencias de estas acciones han dejado un vacío irrecuperable en dos familias. El caso pone de relieve una vez más el peligro mortal que suponen las conductas irresponsables en la carretera. La justicia deberá ahora determinar el grado de culpabilidad del conductor investigado en este lamentable suceso.