La madrugada en la localidad de Sallent (Bages) quedó marcada por un imponente incendio que afectó el tejado de una casa de planta baja más dos alturas (PB+2). Según han informado los Bombers de la Generalitat, el aviso del fuego se recibió en torno a la 01:52 h, cuando vecinos de la zona alertaron de la presencia de humo y llamas procedentes de las inmediaciones de la chimenea de la vivienda. Afortunadamente, nadie se encontraba en el interior del inmueble en ese momento, lo que ha evitado daños personales.
Los primeros indicios señalan que el foco principal del incendio se produjo en las viguetas y en las partes cercanas a la chimenea, un hecho que facilitó la propagación del fuego hacia la cubierta. Las llamas llegaron a perforar el techo de la buhardilla, generando un agujero y dejando el interior expuesto a la intemperie. Con el riesgo de que el incendio se extendiera a otras áreas de la casa, los Bombers de la Generalitat no dudaron en desplegar cinco dotaciones hasta el lugar, con el fin de sofocar rápidamente el fuego y garantizar la seguridad de las construcciones colindantes.
Al llegar al escenario, las dotaciones se encontraron con una situación especialmente delicada, puesto que el fuego afectaba zonas estructurales de madera, y las altas temperaturas corrían el riesgo de hacer colapsar parte del entramado. Para evitarlo, los efectivos de extinción se centraron en atacar las llamas con agua y espuma, al tiempo que abrían orificios de ventilación y retiraban el material inflamable más cercano a la chimenea. Estas labores de control son fundamentales para frenar la propagación del calor y del humo, dos factores que pueden afectar a toda la vivienda con consecuencias muy graves si no se atajan con rapidez.
Y tras apagar las llamas... tareas de inspección
Tras controlar el foco principal y extinguir las llamas que quedaban en las vigas próximas a la chimenea, los bomberos procedieron a una revisión exhaustiva de la estructura. En este tipo de sucesos, no basta con apagar el fuego visible: es necesario inspeccionar minuciosamente el forjado, las zonas de contacto con la cubierta y las posibles vías de propagación internas, ya que, en ocasiones, el calor residual o pequeñas brasas ocultas pueden reavivar el incendio horas después de haber sido aparentemente extinguido.
Durante la evaluación de la vivienda, se comprobó que, pese al importante agujero generado en el techo de la buhardilla, la estructura no presentaba un riesgo inmediato de colapso. Aun así, será necesaria una rehabilitación posterior para reparar los daños en la cubierta y asegurar que no queden puntos débiles en la estructura que puedan ocasionar problemas futuros, como desprendimientos parciales o filtraciones de agua. Además, dado que el fuego se inició aparentemente en los alrededores de la chimenea, se recomienda a los propietarios realizar una revisión de este conducto y de la instalación de calefacción, con el fin de descartar obstrucciones y de confirmar que se respetan las distancias de seguridad con los materiales combustibles.
Las labores de ventilación también resultaron esenciales. Aun cuando el fuego quedó reducido, los bomberos tuvieron que aplicar técnicas de ventilación natural y forzada para extraer el humo atrapado entre las vigas y en el interior de la buhardilla. La inhalación de humo es uno de los principales riesgos en un incendio doméstico, y por ello es crucial despejar el ambiente para permitir la circulación de aire limpio y el acceso de los equipos de emergencia sin exponerlos a gases tóxicos o a una visibilidad nula.
Una vez concluidas las tareas de extinción y descartadas las posibilidades de un rebrote inmediato, las dotaciones se retiraron de la zona, dejando la vivienda precintada para una inspección más detallada por parte de técnicos municipales y peritos de seguros. A lo largo del día, se espera que los responsables de la propiedad supervisen los daños para poner en marcha los trabajos de reparación que sean necesarios, sobre todo en lo referente a la cubierta y a las vigas de madera quemadas.